Bioenergías y biocombustibles, dos pilares del desarrollo industrial del NOA
Pese a la incertidumbre, el bioetanol mueve inversiones en Salta.
La generación de bioenergías derivadas de la producción agroindustrial y el bioetanol aportado por el complejo sucroalcoholero del NOA ofrecen a Salta y la región inmejorables oportunidades de desarrollo.
La transición energética, sin embargo, encuentra hoy a Argentina en retroceso frente a los compromisos asumidos en el seno de las Naciones Unidas respecto de la emisión de gases con efecto invernadero, el calentamiento global y el cambio climático.
Con los declinantes yacimientos hidrocarburíferos del norte hundidos a más no poder, y con los costos de los combustibles que importa el país por las nubes, el dinamismo que alcanzó la producción de biocombustibles en los últimos 15 años debería apuntalarse con una política de Estado. Sin embargo, por presiones de corporaciones y provincias petroleras del sur del país, la esencia de la ley que desde 2006 promovió la producción y mezcla progresiva de bioetanol y biodiésel en las naftas y el gasoil fósiles terminó desvirtuada por el nuevo régimen que las bancadas oficialistas impusieron a mediados de 2021 en el Congreso. La nueva norma abrió las puertas a posibles reducciones discrecionales en los cortes obligatorios que la ley sancionada en 2006 había establecido con una participación incremental de los biocombustibles por sobre los fósiles. Si bien el golpe cayó fundamentalmente sobre el bioetanol de maíz y el biodiésel, todo el complejo de biocombustibles entró en la incertidumbre.
Aún así, el sector sucroalcoholero del NOA, principal pilar del empleo privado en la región, mueve inversiones. Un caso concreto es el de Seaboard, empresa que el pasado 8 de agosto ratificó, ante autoridades provinciales, que volcará más de 15 millones de dólares en Orán para ampliar las producciones de azúcar, alcohol, bioetanol, energía por biomasa y bioabonos en El Tabacal.
En aquella reunión, que fue la última actividad que tuvo como funcionaria provincial la actual secretaría de Energía de la Nación, Flavia Royón, acompañó al gobernador Gustavo Sáenz. En esa oportunidad el presidente de Seaboard Energías Renovables y Alimentos, Oscar Rojo, remarcó que los planes de crecimiento y desarrollo de la firma contemplan, en el área de energías renovables, chipeo de madera propia para reducir la huella de carbono, además de un crecimiento en volumen de caña, con el que se ampliará la disponibilidad de bagazo para generar energía eléctrica renovable con biomasa en el complejo industrial.
Tras ese encuentro, Royón resaltó que Seaboard es uno de los mayores empleadores privados de Salta con más de 1.400 empleos directos y unos 5 mil indirectos.
Días antes, en Tucumán, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) celebró su 65 aniversario en el NOA con una serie de actividades que tuvieron a la generación de bioenergías, la eficiencia energética, el agregado de valor en el sector alimenticio regional y el desarrollo de proveedores para la industria minera como ejes centrales.
En el ingenio La Florida, funcionarios de las carteras de Producción y referentes de las uniones industriales del NOA intercambiaron experiencias de nuevos proyectos de generación de energía eléctrica con biomasa. En la apertura Jorge Ferro, presidente de la Unión Industrial del Norte Argentino (UniNoA) y titular del ingenio anfitrión, afirmó que «la bioenergía ofrece al Norte Grande grandes oportunidades para consolidar su desarrollo».
La agenda de actividades se conformó con la presentación del Centro Interinstitucional BioNa (Biorrefinerías del Norte Argentino), una iniciativa basada en la economía circular que tiene como objetivo desarrollar tecnologías para el aprovechamiento de la biomasa.
Por su parte, el titular del INTI, Rubén Geneyro, remarcó que «las instituciones de ciencia y tecnología tenemos que tener la capacidad de poner el conocimiento al servicio del sistema productivo».
Luciana Zavaleta, directora de Industria santiagueña, resumió el escenario: «Hoy tenemos el desafío de elaborar alimentos inocuos, competitivos, producidos en escala y con elaboración sustentable». La generación de bioenergías y criterios de eficiencia energética aplicados en sistemas productivos y pymes industriales son indispensables en esa lógica.
El primer productor de bioetanol
El complejo industrial de El Tabacal, en Orán, se convirtió en 2009 en el primer productor del Programa Nacional de Biocombustibles en 2009. Con una inversión de alrededor de 30 millones de dólares puso en marcha dos destilerías de alcohol: la primera en 2008 y la segunda en 2017. Una de ellas constituye la primera planta dual en la Argentina, porque produce bioetanol a partir de maíz y de caña de azúcar. Con esa infraestructura, en 2020
El Tabacal produjo 101.050.350 litros de bioetanol. Esta probado que el bioetanol puede ser mezclado con las naftas en un porcentaje superior al 12% que se reguló como techo en la Argentina, sin necesidad de efectuar modificaciones en los motores.
El ingenio San Isidro
El ingenio San Isidro, complejo industrial que tiene una directa incidencia en la dinámica laboral y social de Campo Santo y sus alrededores, alcanzó en 2021 una producción de cerca de 60.000 toneladas de azúcar. También obtuvo 6.500.000 litros de alcohol. Esa producción fue destinada mayoritariamente a su mezcla en naftas, como bioetanol, pero también a otros usos en el mercado interno, como la fabricación de sanitizantes, y alcohol orgánico de exportación.
La planta industrial del departamento General Gemes brinda empleo a más de 400 trabajadores entre campo y fábrica, y también genera 1.500 puestos de trabajo indirectos.