Productores de biocombustibles aseguran que la desregulación aniquila a las pymes y beneficia a las petroleras
El megaproyecto baja el corte obligatorio y le da facultades de eliminarlo a la autoridad de aplicación. Habilita a las petroleras a ingresar al mercado y abre la importación.
Los empresarios pymes que producen biocombustibles para el mercado interno encendieron las alarmas por el megaproyecto de ley que elevó Milei al Congreso. Explicaron que la propuesta del ejecutivo «extermina» al sector.
«Esta ley mata a la industria del biocombustible, es mentira que va a salir más barato», sostuvo Juan Facciano titular de Albardón Bio, una empresa precursora de la producción de combustible en base a soja que observa con preocupación la propuesta del gobierno nacional porque les pega en la línea de flotación, asegura.
Es que la ley ómnibus que presentó el gobierno elimina ocho artículos de la ley 27640 y desregula casi en su totalidad la actividad poniendo en jaque a las pequeñas y medianas empresas que fabrican biodiesel y bioetanol.
Según Marcelo Kusznierz, vicepresidente de Casfer – Cámara Santafesina de Energías Renovables- e integrante de la Unión industrial de Santa Fe, consideró que el proyecto de Milei beneficia al lobby petrolero.
En principio, porque la desregulación habilita a intervenir en el mercado interno a las mismas petroleras, a las grandes agroexportadores que producen biocombustibles y la posibilidad de importar libremente.
En ese sentido, revierte totalmente el espíritu de la ley vigente que le reservaba a las pymes la provisión del mercado interno que hasta ahora es del 12% del bioetanol que se produce con derivados de caña de azúcar y maíz y del 7,5% de biodiesel en base a aceite de soja.
Sin embargo, la cláusula que generó mayor inquietud de la ley ómnibus es la reforma del artículo 8 de la actual norma que contempla mantener los porcentajes obligatorios de corte «hasta tanto la autoridad de aplicación determine dichos porcentajes». Esto significa que habilita a la autoridad de aplicación eliminar es obligatoriedad.
Solo en Santa Fe, hay diez plantas que producen biodiesel y emplean a más de 2.500 trabajadores y el derrumbe de las pymes generaría un impacto tremendo en el sistema productivo provincial. De hecho, este viernes los representantes del sector se reunirán con funcionarios de Pullaro y la semana próxima con senadores y diputados nacionales.
Los productores de biodiesel, la desregulación que plantea Milei busca beneficiar a las petroleras y aseguran que no tendrá impacto en el precio del producto. Por el contrario, en el caso del biodiesel, que se produce con aceite de soja, las empresas pagan hasta un 40% más del precio de exportación a las grandes aceiteras.
Por otro lado, los grandes holding agroexportadores festejaron la iniciativa de Milei. En contacto con La Política Online, Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles -CARBIO- que nuclea a las grandes cerealeras como Dreyfus, Cargill, Bunge, entre otras, consideró que la reforma elimina «un esquema que generaba discrecionalidad y cupos a otro de competencia como sucede en otros países».
«Es virtuoso que el mercado sea el que fije el precio del producto y que no haya cupos por empresa que fijaba un funcionario desde la Secretaría de Energía y lo vemos muy positivo», agregó Zubizarreta.
Para las pymes, el volumen del mercado interno «no les mueve el amperímetro» y genera un impacto negativo enorme en el sistema productivo. Porque además, habilita la posibilidad de importar biocombustibles. «Las pequeñas y medianas empresas invirtieron y se prepararon durante 15 años para dar respuesta al mercado interno y hoy hacemos productos de altísima calidad que tranquilamente podría reemplazar totalmente a los combustibles fósiles», explicó Kusznierz.
Por Fabricio Navone
LPO