Pese al aumento de combustibles, las estaciones se mantienen en situación crítica
Mientras la inflación marca un promedio de 8% mensual que las estaciones deben afrontar con mayores gastos en insumos y personal, los combustibles en surtidor tienen subas menores. El sector se declara en emergencia y pide un diálogo constructivo para planificar a largo plazo.
Agosto comenzó con un aumento en el precio de los combustibles que alarmó a los consumidores, pero que está pautado en el marco del programa «Precios Justos», que estableció un 4 por ciento mensual en los precios de la nafta y el gasoil desde el 15 de abril hasta el 15 de agosto.
Este convenio hizo que los combustibles quedaran abajo de la inflación, que promedia el 8% mensual. Desde la Asociación Mendocina de Expendedores de Naftas y Afines (AMENA) advierten las serias consecuencias en la rentabilidad de las Estaciones de Servicio, que son fuente de trabajo para miles de pymes. Cabe recordar que los ingresos del sector estuvieron congelados durante el período mayo 2021 a enero 2022 y luego fuertemente regulados.
Isabelino Rodríguez, presidente de AMENA y actual secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), aseguró que la situación es sumamente compleja.
«Nos van dejando cada vez menos espacio para el diálogo y nos llevan a una confrontación sectorial», afirmó. Rodríguez explicó que, mientras los precios en surtidor se encuentran estancados, las estaciones deben pagar más en concepto de energía, insumos y personal, ya que las paritarias han seguido el ritmo de la inflación real.
«Desde CECHA hemos declarado la emergencia del sector. Está claro, que más allá de algunos sucedáneos, tanto las petroleras como el gobierno principalmente, no han tomado medidas de fondo, que nos permitan avizorar expectativas favorables por el momento», afirmó.
«Con las petroleras conversamos sobre las comisiones de venta que tienen nuestros contratos de bandera, que se encuentran convencionalmente congeladas desde hace años; y con el gobierno, a través de los funcionarios del Ministerio de Economía, para la adopción inmediata de medidas transitorias que nos permitan afrontar la crisis, y poder hacer mínimamente frente a los requerimientos salariales», enfatizó el presidente de AMENA.
«En ese orden se inscriben nuestros pedidos sobre disminución de los plazos en acreditación de tarjetas de crédito; formulación de un REPRO para Estaciones de Servicio; disminución transitoria de las cargas laborales, ampliación de la categorización como MiniPYMES de todos los establecimientos, para poder tomar a cuenta de ganancias los débitos y créditos bancarios, entre otras medidas»
Rodríguez además remarcó que en el rubro trabajan más de 5000 PyMES y 65.000 empleados, y que los estacioneros tienen mucho para aportar en ideas y negociaciones para superar la crisis. «No puede ser que las petroleras mantengan precios congelados y puedan obtener beneficios principalmente impositivos en las negociaciones, que mitigan sus pérdidas y nosotros seamos el hijo tonto que guardan en un desván. Esperamos que esta situación sea rápidamente revisada, porque de otro modo, nos van dejando cada vez menos espacio para priorizar el diálogo y nos llevan a una confrontación sectorial, que no podremos eludir en el actual contexto», dijo.
«No podemos mendigar lo que nos corresponde por derecho. Necesitamos un marco preciso, a largo plazo, que nos posibilite quebrar esta inercia viciosa que transitamos», remarcó. El dirigente recordó que desde AMENA se trabaja en programas de formación para el personal, de terminalidad escolar, de aliento a los ascensos en las carreras y de renovación permanente de instalaciones.
«La infraestructura asociada a las Estaciones de Servicio, es por demás acorde a las demandas del mercado. De hecho, a pesar de todo, los empresarios del sector seguimos apostando por cambiar la imagen de los establecimientos, capacitando a nuestros recursos humanos, y haciendo ingentes esfuerzos por atender de la mejor forma posible a nuestros clientes. Esto está en el ADN del estacionero, pero no podemos obviar que hay desesperanza y preocupación», advirtió.
Desde AMENA, Rodríguez solicitó ámbitos y espacios de diálogo «propicios» para planificar, mantener los empleos y preparar un escenario previsible para el presente y la futura transición energética hacia la electromovilidad.
Por Florencia Silva
Mendoza Post