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La venta de combustible se ajusta al bolsillo

La constante pérdida de poder adquisitivo y el aumento periódico del precio de los combustibles se refleja en los nuevos consumos que tienen los argentinos.

Por estos días se conoció un reporte de la Secretaría de Energía que encendió luces de alerta en el sector y pone números al estrés de llenar el tanque pagando lo menos posible. En los primeros seis meses del año se derrumbó la venta de combustibles premium en detrimento de la comercialización de las versiones comunes, según datos de la secretaría que comanda Flavia Royón.

De acuerdo al informe oficial, desde enero a junio de este año se comercializaron 1.339.988 m3 de nafta grado 3 (mejor conocida como nafta premium). un 1,8% menos que en el mismo período del 2022, cuando se vendieron al público 1.365.019 m3 de ese producto.

El porcentaje no es alarmante, pero contrasta notoriamente con las ventas de nafta súper. De hecho, todas las estaciones del país vendieron 3.639.148 m3 de nafta común entre enero y junio de 2023, lo que marcó una mejora del 8,9% en comparación a los 3.341.831 m3 de igual período del año pasado.

Ese mismo contraste se da con respecto a las ventas de gasoil, pero con más fuerza. En este caso, en el primer semestre las ventas de gasoil grado 3 (ultra) se desplomaron un 10,9%, al caer de 1.498.159 m3 a 1.334.227 m3.

En cambio, la comercialización de gasoil común logró un repunte del 5% en el período analizado, pasando de 2.640.420 m3 a 2.772.373 m2.

La causa que explica el consumo

Esta nueva tendencia en el consumo frente al surtidor se origina claramente en el deterioro del poder adquisitivo combinado con el aumento de precios y la diferencia de costos de las diferentes calidades de combustibles.

Los conductores eligen no comprar premium como una forma de ahorrar en su presupuesto mensual ya que las diferencias van del 28% y el 35%, dependiendo el combustible y la bandera.

En este contexto, hay otro dato que abona el escenario de ajuste al presupuesto personal: los aumentos de los precios de los combustibles han sido constantes, todas las estaciones aumentaron sus precios todos los meses del año.

De hecho, a partir del acuerdo de Precios Justos con el sector petrolero, se estableció una pauta del 4% mensual en los precios de la nafta y el gasoil desde el 15 de abril hasta el 15 de agosto que fue firmado por las principales empresas del sector: YPF, PAE (por la marca Axion), Raízen (Shell) y Trafigura (Puma). En el marco de este acuerdo, los combustibles ya acumulan un incremento de hasta 47,6% en los primeros ocho meses del 2023.

A pesar del impacto de estos aumentos en la estructura de gastos de la mayoría de los hogares, lo cierto es que estos ajustes han estado bastante por debajo de la inflación, que cerró el primer semestre en 50,7%, un valor y que se proyecta por arriba del 100% en el dato anualizado.

Un reporte de la consultora Economía & Energía resaltó que desde mediados del año pasado se registró una disminución en el precio de los combustibles en el mercado local, que en marzo pasado alcanzaron el valor más bajo de los últimos diez años.

“Este proceso explica, al menos parcialmente, la tendencia expansiva en la demanda de combustibles durante el primer trimestre del año, a pesar del menor dinamismo de la economía y la caída de la demanda de gasoil por parte del sector agropecuario”, indicaron.

Con todo, la demanda de naftas creció interanualmente un 7% en el primer trimestre de 2023 y el gasoil lo hizo en un 1%, a pesar de la contracción de los volúmenes demandados por parte del sector agropecuario.

Por Carla Barbuto

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