La nueva Ley de Biocombustibles propone bajar los cortes
El régimen rige desde 2006 y desde entonces ha venido siendo prorrogado cada cinco años.
El Frente de Todos, que en el Senado votó por unanimidad en octubre la prórroga del régimen de biocombustibles, es el mismo Frente de Todos que este lunes, en Diputados, confirmó que ahora no quiere prorrogar ese régimen.
Todo cambió en tan solo cinco meses, de manera inexplicable para los trabajadores, las empresas, los diputados, los senadores y los gobernadores de 10 provincias productoras, que observan desconcertados cómo el gobierno de Alberto Fernández les ha cambiado las reglas de juego.
El régimen rige desde 2006 y desde entonces ha venido siendo prorrogado cada cinco años.
Entre 2010 y 2019, los biocombustibles en la Argentina sustituyeron importaciones por 10.800 millones de dólares; el Estado nacional ha girado divisas por más de 23 mil millones de dólares, y se han generado 250 mil puestos de trabajo.
Dicho régimen vence el 12 de mayo próximo, y el FDT, que celebró con bombos y platillos la prórroga hasta el 31 de diciembre de 2024 en la Cámara Alta, este lunes, en la Cámara Baja, confirmó que quiere reemplazarlo por otra ley.
El presidente del bloque oficialista de Diputados, Máximo Kirchner, bajó la orden de que no haya fisuras, pese a que hay diputados de provincias productoras de combustibles líquidos a base de alimentos que se las verán en figurillas para explicar en sus provincias por qué no hicieron nada y dejarán vencer dicho régimen.
Juntos por el Cambio (JPC) y el peronismo no kirchnerista, junto a otros bloques opositores, se unieron para pedir una sesión especial con el fin de tratar la media sanción del Senado este jueves a las 11.30. Pero difícilmente consigan el quórum.
De cualquier manera, sin margen para más demoras, el peronista mendocino Omar Félix, quien rechaza el régimen por considerar que «el petróleo subsidia a la Pampa Húmeda», se vio obligado como consecuencia de ese pedido de sesión de la oposición a convocar para este lunes a la comisión de Energía, que preside, para discutir este tema.
Y lo hizo invitando al secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, quien tenía como fin exponer un supuesto proyecto de ley que habría elaborado el Poder Ejecutivo con el fin de reemplazar al régimen vigente.
Pero dicho proyecto de ley no existe, Martínez no dio ningún detalle sobre la iniciativa y solamente ha circulado un borrador, sin membrete ni firma de ningún funcionario, que en el sector de los biocombustibles ha encendido todas las alarmas.
¿Por qué? Porque básicamente ese borrador revela que la intención del gobierno de Fernández es bajar el corte de bioetanol del 12% al 7,5% en la nafta y el del biodiésel del 10% al 5% en el gasoil.
«Esta es una Argentina distinta de la de 2006. Y por eso el régimen tiene que tener en cuenta a la Argentina que tenemos en este momento. Y si avanzamos en la misma norma (prorrogar el régimen vigente), seguramente no tendremos en cuenta esta realidad», dijo el secretario Martínez, para confirmar el giro de 180 grados del gobierno de Fernández.
El funcionario, que es oriundo de Neuquén, una provincia hidrocarburífera, le respondió de esta manera a una pregunta de la radical mendocina Ximena Latorre, quien pidió prorrogar el régimen actual sin perjuicio de que se discuta una reforma del régimen.
En el mismo sentido, otro radical, Fabio Quetglas, señaló que «lo más sapiente es aceptar la prórroga que viene del Senado y constituir una comisión» que trabaje con plazo al 31 de diciembre de este año en la elaboración de una nueva ley para el sector.
«La señal que damos si legislamos a las corridas no es buena», dijo el diputado por la Provincia de Buenos Aires.
«Defender Neuquén»
En la vereda de enfrente, la diputada Alma Sapag, del Movimiento Popular Neuquino (MPN), señaló que no le queda «otra opción que defender el trabajo de la gente de Neuquén y los recursos que nutren el presupuesto provincial».
«El biodiésel y bioetanol se han convertido en competidores de las empresas que invierten en Neuquén, competencia que viene del sector productor de alimentos, mayormente de la riquísima Pampa Húmeda», planteó Sapag.
La diputada, una firme aliada del FDT en las votaciones, dijo que «en un año, el barril de petróleo cayó de 100 a 64 dólares», mientras la tonelada de soja creció de 326 a 520 dólares». «Debemos ver el beneficio para todos los sectores del país», aseveró.
El curioso caso de dos santafesinos K
El 27 de enero pasado, indignada por la falta de avance de la media sanción del Senado en Diputados, y porque Alberto Fernández se rehusó a incluirla en el temario de las sesiones extraordinarias, la senadora ultracristinista María de los Ángeles Sacnun se quejó y dijo que estaban «en juego los puestos de trabajo y las plantas industriales, que en algunas localidades conforman la única industria, y las oportunidades de miles» de sus comprovincianos.
Pero este lunes, otro peronista santafesino, el diputado Marcos Cleri, de La Cámpora, expresó su confianza en «construir una nueva ley» consensuada «con todos y cada uno de los legisladores y, de esa manera, poder agilizar los tiempos y sancionarla tanto en Diputados y Senadores».
Qué propone el Gobierno
El borrador del supuesto proyecto de la Casa Rosada establece un régimen regulatorio de los biocombustibles con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2027 y dice que el Poder Ejecutivo podrá extenderlo por única vez por tres años, desde que empiece a estar vigente, el 1 de junio de 2021.
Además, crea una «Comisión Especial de Biocombustibles», con representantes designados por el Gobierno, y establece una extraña categoría de pymes: las que «tengan una producción anual que no exceda las 50.000 toneladas de biodiésel o 90.000 metros cúbicos de bioetanol de maíz; y que «no sean asociadas, subsidiarias, ni controladas por, o controlantes de empresas cuya actividad principal sea la misma o pertenezcan a un mismo grupo económico».
Pero la parte que causó preocupación en el sector es la relativa a los cortes. Este borrador, circulado en un archivo de Word de dos carillas, baja del 12% al 7,5% en porcentaje mínimo obligatorio de bioetanol en naftas y el 10% al 5% el de biodiesel en gasoil.
Por Juan José Dominguez
La Voz