Biocombustibles

La industria de biodiesel cae a un ritmo del 10% anual

En 2023 se produciría aún menos que en 2020, y la mitad que el año pasado. La capacidad ociosa de la industria alcanzará un récord histórico. A contramano, Brasil avanza a paso firme en la diversificación energética.

La producción de biodiesel cae prácticamente en picada: tuvo una desaceleración promedio del 10% anual durante los últimos 7 años. Esta industria opera con niveles de capacidad ociosa mayores a los observados durante la pandemia, advirtió la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

“La industria de biodiesel en Argentina se encuentra ante una tormenta perfecta. La sequía ha impactado fuertemente la dinámica del sector durante este 2023, llevándola a operar con niveles de capacidad ociosa incluso mayores a los observados durante la pandemia. Sin embargo, esta coyuntura es un contratiempo más de un sector que ya acumula varios años de estancamiento”, indicaron los analistas Matías Contardi, Guido D’Angelo, Emilce Terré y Julio Calzada en un informe reciente en el que repasan el derrotero de ese sector en los últimos años.

Según explican, a comienzos de la década pasada, el vertiginoso avance del biodiesel sobre la estructura productiva argentina prometía grandes oportunidades para el desarrollo de la agroindustria regional.

De hecho, desde el 2010, durante los primeros 7 años, la capacidad instalada creció a un ritmo promedio anual de un 12%, mientras que la producción se incrementó al 7% anual.

Se llegaron a instalar a lo largo de todo el país 38 biorrefinerías. La provincia de Santa Fe es el núcleo principal, alberga más del 80% de la capacidad instalada; contabilizó una capacidad teórica de producción de 4,6 millones de toneladas a nivel nacional.

La industria de biodiesel cae a un ritmo del 10% anual y se encuentra en niveles peores que en la pandemia

El abastecimiento al mercado interno, para cumplir con la tasa de corte obligatoria y el mercado externo, han conformado los dos principales destinos del biodiesel argentino, con diversas proporciones dependiendo del año.

El primero depende del nivel de tasa de corte obligatorio vigente en cada momento y la demanda de diésel sobre el cual se efectúa la mezcla. Durante los 13 años que van desde el 2010 hasta ahora, en promedio se comercializaron en concepto de ventas al corte alrededor de 850.000 toneladas cada año.

Por su parte el sector externo se vio atravesado por sanciones aduaneras y fallos internacionales que causaron la veda y reapertura de algunos mercados clave como el norteamericano y europeo, promediando durante la última década un volumen exportado de un millón de toneladas anualmente.

Sin embargo, remarcaron que a partir de 2017 la industria ingresó en un sedero de “estancamiento y retroceso”, con recortes constantes en los niveles de producción y capacidad instalada. Hoy en día, la industria cuenta con 33 biorrefinerías y una capacidad de producción un 15% menor al nivel del 2016.

La producción mantuvo una desaceleración promedio anual de 10% durante los últimos 7 años, y proyecta culminar el 2023 con 1 millón de toneladas menos de producción que durante el 2010, primer año en el cual entró efectivamente en vigencia la obligatoriedad de la tasa de corte de biocombustibles.

La industria de biodiesel cae a un ritmo del 10% anual y se encuentra en niveles peores que en la pandemia

La tendencia se está consolidando y se espera llegar, a fines de este año, a niveles mínimos de producción, utilizando poco menos del 33% de la capacidad instalada en el país. Superando incluso el récord de bajos niveles durante el año de la pandemia. Hasta julio, en este 2023 se han comercializado aproximadamente 401.000 toneladas de biodiesel para abastecer la demanda al corte, 77.000 toneladas menos que durante el fatídico 2020 y un 45% menos que el año pasado”, señaló la entidad santafesina.

Por último, agregó: “También se han exportado un total de 150.000 toneladas hasta el mes de julio, muy lejos del millón exportadas a la misma altura del año durante 2012 y 2018, y un 83% menos que el acumulado hasta julio del año pasado. La dinámica de precios no está acompañando al competitivo sector del biodiesel argentino, que supo posicionar a la Argentina entre los principales exportadores de biodiesel del mundo”.


Otra realidad de los biocomustibles: el panorama brasileño

Por su parte, Brasil también cuenta con un importante entramado productivo de biodiesel impulsado por su propio marco regulatorio, aunque con ciertas salvedades respecto al caso argentino.

A diferencia de la industria local, no todo el biodiesel brasileño es producido a base de aceite de soja, aunque es la principal materia prima. De hecho, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por su sigla en inglés), el 65,8% del biodiesel en aquel país durante el 2022 fue producido a base de este aceite.

Las proyecciones para fines de este año, según el USDA, indican que el país vecino culminaría el 2023 con una producción anual de 6,3 millones de toneladas biodiesel, casi 4 millones más que hace 13 años.

La industria de biodiesel cae a un ritmo del 10% anual y se encuentra en niveles peores que en la pandemia

Además de la capacidad instalada brasilera, habría crecido a un ritmo promedio anual de 14% durante más de una década y el número de refinerías instaladas ascendería a 59.

Desde el 2018 hasta ahora, Brasil incrementó su capacidad instalada en un 81% mientras que durante el mismo período, la Argentina decreció un 15%.

Mientras que la industria local espera finalizar el 2023 con 77% de capacidad ociosa, la nación limítrofe lo haría con el 53%, con la salvedad de haber incrementado su capacidad de producción con respecto al año anterior, al igual que su producción efectiva.

TN

Sitio protegido por Google reCAPTCHA. Ver políticas de privacidad y términos de servicio.

Soporte Web Efemosse