La Federación del Petróleo manifestó su preocupación frente a la nueva ley de biocombustibles
El gremio pidió participar del debate de la nueva medida destinada a impulsar al sector de los biocombustibles.
La Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASiPeGyBio) consideró que el debate por el tratamiento del nuevo proyecto de ley para el sector de los biocarburantes, propuesto semanas atrás por el oficialismo, no tuvo presente a los trabajadores.
Las comisiones de Energía y Combustible y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados emitieron dictamen favorable a la medida impulsada por el bloque del Frente de Todos y partidos aliados, que establece un corte del 5% para el gasoil y el biodiesel y del 12% entre naftas y bioetanol. El despacho de mayoría de la propuesta obtuvo un total de 49 firmas, con el rechazo de los legisladores de Juntos por el Cambio, quienes buscan mantener la vigencia de la Ley 26.093, que determina el actual régimen que regula a la industria y que fue extendida a través del Decreto 322/202 hasta el próximo 12 de julio.
Al respecto, frente a la posible sanción de la nueva ley de biocombustibles, los dirigentes de la Federación del Petróleo indicaron que no fueron convocados a la reunión de comisión de debate del proyecto y manifestaron su preocupación ante “el cambio en los esquemas vigentes y las consecuencias para los trabajadores del sector”.
En este sentido, el tesorero de la FASiPeGyBio, Gabriel Matarazzo, advirtió que en caso de aprobarse la medida, “muchas pymes tendrán que cerrar”. Según la autoridad del gremio, la reducción del corte a la mitad afectará a la producción de las fábricas, y en consecuencia, al personal.
“Lo que lamentamos es que no se nos haya tenido en cuenta para el plenario de las comisiones, nosotros representamos a los trabajadores, y a ellos esta norma los interpela”, agregó Matarazzo.
La nueva ley contará con un marco regulatorio hasta el año 2030, con la posibilidad de ser prorrogada por 5 años más. Además, la iniciativa mantiene beneficios impositivos para el biodiésel y el bioetanol, al no estar gravados por el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y por el Impuesto al Dióxido de Carbono (ICO2).
Al mismo tiempo, la nueva propuesta señala que la Secretaría de Energía podrá «elevar el referido porcentaje mínimo obligatorio cuando lo considere conveniente en función del abastecimiento de la demanda, la balanza comercial, la promoción de inversiones en economías regionales y/o razones ambientales o técnicas».
Mientras que inversamente, el corte podrá disminuirse hasta el 3% «cuando el incremento en los precios de los insumos básicos para la elaboración del biodiésel pudiera distorsionar el precio del combustible fósil en el surtidor, o ante situaciones de escasez de biodiésel por parte de las empresas elaboradoras».
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