Gasoducto a Vaca Muerta: las plantas compresoras no estarán hasta el 2024
Enarsa prorrogó hasta fines de enero y de febrero la fecha de entrega de las plantas que ampliarán la capacidad de transporte. La firma estatal encargada del desarrollo de la obra adicionó un plazo de trabajo de más de 100 días a cada instalación.
A pesar de las expectativas puestas por el gobierno nacional en torno a la obra clave del gasoducto Néstor Kirchner, la empresa estatal a cargo de la obra Energía Argentina (Enarsa) resolvió postergar hasta el 2024 la recepción provisoria de las dos plantas compresoras que permitirán que la nueva línea pueda transportar cerca de 24 millones de metros cúbicos de gas por día.
La postergación de las fechas de entrega de las plantas compresoras fue fijada recientemente por Enarsa, y según detalló el sitio especializado Desarrollo Energético, sumó 108 días de plazo para la planta de Tratayén y 105 para la de Salliqueló.
Las plantas compresoras no implican que el gasoducto no podrá funcionar una vez terminado, sino que podrá transportar solo una capacidad de hasta 11 millones de metros cúbicos diarios. Con estas dos plantas compresoras ubicadas en ambos márgenes del gasoducto, la capacidad de transporte se duplica hasta casi los 24 millones de metros cúbicos, gracias a precisamente la compresión del fluido que realizarán.
Desde Enarsa se había fijado inicialmente que la planta compresora de Tratayén debía ser entregada el 15 de octubre del año que viene, pero en el nuevo documento de la compañía estatal se extendió ese plazo hasta el 31 de enero del 2024.
En el caso de la planta compresora de Salliqueló, el plazo inicial de entrega era el 15 de noviembre del 2023, pero ahora se modificó hasta el 28 de febrero de 2024.
Cambios que hacen que el país no pueda contar tampoco en el verano 2023-2024 con esta ampliación del transporte que apalanque la demanda de energía eléctrica que en los veranos se dispara por el consumo de los aires acondicionados. Es que más del 60% de la generación de energía eléctrica del país proviene de las centrales térmicas que utilizan gas para sus sistemas.
Estos nuevos plazos responden a una serie de modificaciones que desde Enarsa se hizo a fines de octubre sobre las condiciones que ambas plantas deberán cumplir para acceder al estatus de apto para funcionar.
Aunque curiosamente desde Enarsa no se modificaron los plazos previsto para este apto para funcionar, que se siguen manteniendo en el 9 de julio de 2023 para la planta de Tratayén y en el 17 de agosto de 2023 para la de Salliqueló.
Pese a las demoras que la obra viene registrando en diversos frentes, desde las empresas contratistas involucradas sostienen que es posible que la obra esté lista para el invierno del año que viene.
Y será clave que así sea, ya que no sólo el país contará con una menor cantidad de gas disponible desde Bolivia por el declino de la producción del vecino país, sino también si el gobierno insiste en la necesidad de reducir las importaciones de energía que en este año ya costaron la enorme cantidad de 11.200 millones de dólares.
Por Victoria Terzaghi
Río Negro