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Gas licuado: se disparó el costo de las importaciones

El costo por millón de BTU alcanzaría hasta los u$s13,50 debido a la suba del petróleo a nivel mundial y el aumento de la demanda de gas.

Debido a la suba del petróleo a nivel mundial y el aumento de la demanda de gas, las autoridades energéticas se vieron forzadas a validar un formidable incremento en los precios de importación del Gas Natural Licuado (GNL), que tendrá un alto costo fiscal y podría derivar en la necesidad de pedirle más subsidios al Tesoro -y por lo tanto, más emisión monetaria y presiones sobre el dólar y la inflación.

La empresa estatal Integración Energética Argentina (IEASA, ex Enarsa) licitó el martes la compra de siete cargamentos de Gas Natural Licuado (GNL), pero los precios que ofertaron las empresas pusieron en aprietos al Gobierno. Se adjudicaron finalmente cinco cargas.

Cuatro barcos llegarán a Escobar en agosto con precios de entre u$s 10,80 y u$s 11,20 por millón de BTU, y otro buque a Bahía Blanca por u$s 10,60, a lo que se debe sumar u$s 1,50 en concepto de regasificación. Hubo dos ofertas que superaban estos precios y fueron desechadas.

El abastecimiento de gas licuado trepó así hasta los u$s 13 por millón de BTU al inyectarse en los gasoductos, muy por encima de los u$s 8,50 que preveía la Secretaría de Energía como promedio anual).

Éste es un costo que -según algunos técnicos oficiales- está muy cercano al de los combustibles líquidos que se utilizan como sustitutos del gas para la generación eléctrica: el gasoil, el fuel oil y el carbón mineral, que cuestan entre u$s 14,50 y u$s 15,50 pero son más contaminantes.

Esto impactará fuerte en las cuentas públicas. Las importaciones de GNL se pagan a los proveedores al contado y por anticipado en dólares que salen de las reservas del Banco Central (BCRA), que administra cautelosamente las divisas con un férreo control de capitales -demora permisos de importación de insumos vitales para la producción y obliga a las empresas privadas a reestructurar su deuda-.

Además, el costo fiscal se puede llegar a disparar. Al no trasladarse a las tarifas los mayores precios de compras en el exterior, se encarecerá en su porción mayorista tanto el gas que consumen los hogares como el sistema eléctrico nacional, cuya energía es generada en un 60% por gas natural o combustibles alternativos.

Según un trabajo de los economistas Julián Rojo y Alejandro Einstoss para el Instituto Argentino de la Energía (IAE) General Mosconi, los subsidios a la energía pueden llegar a los u$s 10.000 millones en este año, casi un 50% más que en 2020.

El secretario de Energía, Darío Martínez, reconoció ayer en una entrevista que las ofertas de gas licuado fueron caras.

Y detalló que hasta el momento se habían adjudicado 47 cargamentos entre Escobar y Bahía Blanca, a un costo promedio de u$s 7,46 por millón de BTU.
Las importaciones de LNG costarán al menos unos u$s 1000 millones en este invierno. Y sumadas a las compras a Bolivia, treparían por encima de los u$s 3000 millones.

Marcos Pourteau, ex secretario de Hidrocarburos e integrante de la Mesa de Energía de la Fundación Pensar (think tank de Juntos por el Cambio), analizó: «El gas en el mercado internacional está caro. La semana pasada Pakistán compró a u$s 12,78. Con la suba del petróleo se encarecen todos los combustibles y hubo mucha demanda de gas en el mundo».

El Gobierno planea lanzar en las próximas semanas una nueva licitación (la ronda 3 del Plan Gas Ar) para contar con mayor oferta de gas natural a partir del próximo invierno, y también elevar el volumen base durante todo el año.

Noticias NQN

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