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Enarsa pre-licitó la importación de 30 buques de LNG para el próximo invierno

La estatal pidió a empresas internacionales que presenten por escrito cuántos barcos de gas (con un tope de 30) están dispuestas a venderle a la Argentina y a qué precio durante 2023. Enarsa ofreció pagar por adelantado una parte de esa factura, que rondaría en total los US$ 2000 millones. Eso implicaría que en el primer bimestre debería desembolsar 500 millones. ¿Es posible que la operación se realice como una contratación directa sin pasar por licitación?

La empresa estatal Enarsa recibió la semana pasada propuestas no vinculantes de al menos cinco de sus proveedores habituales de Gas Natural Licuado (LNG, por sus siglas en inglés) para comprar hasta 30 cargamentos durante el invierno del año próximo, según confirmaron fuentes privadas. Se estima que la importación de esa cantidad de barcos podría costarle a la Argentina cerca de US$ 2000 millones si se tiene en cuenta la cotización futura del gas. El valor del LNG para el período mayo-agosto de 2023 ronda hoy los 125 euros por MWh en el mercado TTF, equivalentes a unos 35 dólares por millón de BTU.  

La decisión, que cuenta con el visto bueno de la Secretaría de Energía, es novedosa por un motivo en concreto que llamó la atención de las compañías internacionales: Enarsa ofreció pagar por adelantado buena parte de esos buques metaneros. Eso implica que el gobierno está dispuesto a desembolsar entre fines de diciembre y principios de febrero más de US$ 500 millones para asegurar la provisión de gas para la terminal regasificadora de Escobar.

La estrategia generó incredulidad entre los proveedores, que descreen que el Banco Central (BCRA) cuente con los dólares necesarios para hacer frente a una erogación de esta magnitud en pleno verano, unos meses antes de que el campo empiece a liquidar las divisas por la exportación del maíz y la soja.


En estudio

Fuentes cercanas a la Secretaría de Energía, que dirige la salteña Flavia Royón, que responde al ministro Sergio Massa y en las últimas semanas se posicionó consistentemente como una interlocutora legítima de diversos actores de la industria petrolera, confirmaron la intención del Ejecutivo. “Estamos trabajando, pero aún no se ha definido nada. Depende de los precios (del LNG) que recibamos”, aseguraron ante la consulta de este medio.

La iniciativa incluyó también otra particularidad: el gobierno ofreció comprar en un bloque —es decir, todos juntos en una sola operación— 30 cargamentos de LNG a diferencia de lo que sucedía en el pasado, cuando repartía la compra de gas en varias licitaciones (tender) de entre 7 y 12 buques.

En una petrolera interpretaron la decisión de la siguiente manera: “Buscaron generar escala (con 30 barcos) y condiciones de contratación (pagar por adelantado) para que los proveedores tengan incentivos para ofrecer descuentos y mejores precios del gas”. “Pero no es fácil disipar el riesgo argentino, que enfrenta una faltante estructural de dólares”, advirtieron. Las fuentes consultadas indicaron que las empresas Vitol, Trafigura, BP, Shell, TotalEnergies y Cheniere, entre otras, participaron de la convocatoria de Enarsa.


¿Contratación directa?

Las empresas presentaron propuestas que están siendo analizadas por el gobierno. Precisaron qué cantidad de barcos estaban dispuestos a destinar a la Argentina (con un tope de 30), a qué precio están dispuestas a venderlos (la mayoría optó por cotizar con un descuento sobre el precio del TTF, el principal marcador para el gas importado de Europa) y en qué condiciones. Algunas optaron por pedir un pago adelantado de entre el 20% y el 35% y luego cancelar el saldo restante bajo el esquema tradicional, que prevé que cada cargamento se abone tres días antes de que amarre en el puerto de Escobar.

Otra curiosidad es que Enarsa comunicó a los proveedores invitados que prevé realizar la compra bajo la modalidad de contratación directa. Sin pasar por licitación. La mayoría de las fuentes consultadas descree de esa alternativa. “Ningún abogado del Estado aceptarían algo así. Es demasiado riesgoso. Si después el precio termina bajando, cómo explicás la decisión de haber comprado 30 barcos juntos. Ningún funcionario de Energía ni directivo de Enarsa le pondría el gancho a algo así”, analizó un consultor.

Lo más probable es que se haya puesto sobre la mesa esa idea para que los proveedores estén dispuestos a abrir un poco más sus números y poner a disposición precios medianamente competitivos. “Habrá que ver si las ofertas que se presentaron son convenientes. En cualquier caso, es una buena idea intentar ordenar con la mayor cantidad de tiempo posible la compra de gas para que no se repita la experiencia de este año, que fue bastante caótica”, concluyeron en otra petrolera.

Por Nicolas Gandini

EconoJournal

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