Petróleo y Gas

El Oleoducto «Vaca Muerta Sur» y el rechazo de entidades ambientalistas

La firma estatal afrontará una audiencia para evaluar alcances y estudios ambientales. Busca despachar un buque cada cinco días y generar 3.000 empleos

Cuatro días después de las PASO y en medio de un creciente rechazo de entidades ambientalistas, YPF y el gobierno de Río Negro afrontarán una instancia clave destinada a convalidar la puesta en marcha del proyecto del nuevo «Oleoducto Vaca Muerta Sur» y la terminal portuaria marítima de Punta Colorada en el Golfo San Matías.

Se trata de la audiencia pública convocada en Sierra Grande por el gobierno rionegrino para debatir y evaluar los alcances del megaproyecto y los estudios de impacto ambiental que presentaron las autoridades de YPF para poder obtener el visto bueno legal que exigen las normas ecológicas de la provincia patagónica.


Oleoducto «Vaca Muerta Sur»: YPF y Río Negro, ante la Justicia y las ONG

Si bien la audiencia pública no es vinculante, la realización de la misma con la exposición y defensa de los estudios ambientales frente a los cuestionamientos de las agrupaciones vecinales y las ONGque se oponen al proyecto representa un paso de significativa relevancia tanto para la petrolera para la búsqueda de financiamiento, como para los funcionarios de Río Negro que busca capitalizar políticamente la concreción de las obras.

El proyecto en juego contempla una inversión total de u$s1.260 millones para la construcción de un oleoducto entre Vaca Muerta y el puerto de Punta Colorada de Sierra Grande, donde se instalará una terminal marítima que una vez habilitada se transformará en la estación portuaria exportadora de petróleo más grande del país.

El ducto tendrá una extensión de casi 700 kilómetros, de los cuales 635 kilómetros se encuentran en territorio rionegrino. Contará con una capacidad de transporte de 60.000 metros cúbicos por día, equivalente a 372.000 barriles de crudo.

Esa capacidad de transporte superará tanto la actual de 36.000 m3/diarios que tiene el sistema de Oleoductos del Valle (Oldelval) que une Vaca Muerta con Puerto Rosales, en el complejo marítimo de Bahía Blanca; como la que va a tener en los próximos meses cuando concluyan las obras de ampliación que llevarán ese nivel a 50.000 m3/diarios.

YPF y el gobierno de Río Negro deberán demostrar evaluaciones ambientales y alcances del proyecto en la audiencia pública.

El proyecto también contempla la construcción de 20 tanques de reserva sobre una superficie de 250 hectáreas costeras con una capacidad de almacenamiento de 1 millón de metros cúbicos, equivalente a 6,2 millones de barriles. El embarque de las exportaciones de petróleo se efectuará por medio de monoboyas offshore de cargas ubicadas a 7 kilómetros de la costa en el Golfo San Matías.


YPF busca poner en marcha las obras en 2025

Según la información suministrada por los técnicos de YPF, desde la futura terminal portuaria se podrán despachar, a partir de 2025, un buque cada cinco días con capacidad para 390.000 metros cúbicos, lo que a nivel anual podría sumar un volumen total de 25 millones de metros cúbicos, equivalente a 155 millones de barriles de petróleo por año.

Los números de la petrolera indican que las obras de construcción y montaje de las instalaciones generarán alrededor de 3.000 puestos de trabajos directos e indirectos. En cuanto al detalle de la inversión, el tendido del oleoducto demandará un desembolso de u$s660 millones. A eso se sumarán otros u$s600 millones destinados a la instalación de la estación de almacenamiento de 20 tanques yla conexión offshore con las dos monoboyas de cargas.

Una vez que transcurra la audiencia pública y la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro emita un informe favorable, YPF tiene agendado iniciar el proceso de compra de los materiales e insumos y la contratación de las empresas de ingeniería y constructoras que llevarán adelante las obras. Si no aparecen contratiempos, la intención de la petrolera es arrancar con las obras en el primer trimestre de 2024 con el tramo inicial del oleoducto que unirá Loma Campana con la localidad de Allen.

Para poder darle vía libre al proyecto, el Gobierno de Río Negro tuvo que modificar la ley que desde 1995 prohibía la «prospección, exploración y extracción petrolífera y gasífera en el Golfo San Matías y en el mar territorial». Esa norma también le cerraba la puerta tanto a la instalación de oleoductos y gasoductos para el transporte de hidrocarburos y sus derivados, como a la construcción de terminales portuarias para la carga y descarga de buquespetroleros.

El levantamiento de esas restricciones fue aprobado por la Legislatura provincial a fines del año pasado, en medio de marcados reclamos y cuestionamientos de organizaciones socioambientales.

YPF busca poner en marcha las obras para despachar un buque con 390.000 metros cúbicos de petróleo cada cinco días.

Un grupo de 12 entidades—entre las cuales se encuentran la Fundación Inalafquen; la Multisectorial Golfo San Matías; la Asociación Civil de Abogados Ambientalistas (AAdeAA); Greenpeace Argentina; Fundación Patagonia Natural—presentó un recurso extraordinario en la justicia provincial para que se declare la inconstitucionalidad de la nueva ley que abrió el camino para el nuevo Oleoducto Vaca Muerta Sur.

Tras calificar ese recurso como «inadmisible», el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Río Negro rechazó la posibilidad de que la Corte Suprema de Justicia analice la cuestión del oleoducto al considerar que las organizaciones impulsoras no «lograron demostrar la existencia de cuestión federal suficiente, ni la arbitrariedad de fallo».

Nucleados en la «Multisectorial Golfo San Matías», las asociaciones vecinales, integrantes de la Pastoral Social y las entidades ambientalistas prevén ahora hacerse  oír en la audiencia y llevar su denuncia en queja ante la Corte Suprema nacional para tratar de frenar el megaproyecto de YPF.

Por Antonio Rossi

iProfesional

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