Destraban cepo al dólar y exportaciones sin retenciones para mega inversiones en Vaca Muerta
El Gobierno habilitó dos beneficios claves para petroleras multinacionales. Cómo es la norma.
El Gobierno rehabilitó el lunes la vigencia del Decreto 929/2013, que contenía beneficios claves para las petroleras que deciden multimillonarias inversiones: la posibilidad de exportar sin retenciones hasta el 20% de la producción y el giro de los dólares afuera por la totalidad de esa operación.
Mediante la Resolución 655 de la Secretaría de Energía, se le otorgó a la Compañía de Hidrocarburos No Convencional (CHNC), de la cual son socios en partes iguales YPF y la estadounidense Chevron, los beneficios del Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos, establecidos en los Artículos 6 y 7 del Decreto 929/2013, para el proyecto del Área Loma Campana, en Vaca Muerta, el más grande en shale oil (petróleo no convencional), con 66.000 barriles diarios de producción.
La petrolera de gestión estatal argentina y su socia estadounidense llevan inversiones acumuladas desde 2013 por unos u$s 8000 millones, tanto en el desarrollo de pozos como de infraestructura de superficie (lo más costoso en un comienzo).
Chevron había cumplido con los requisitos (una inversión mayor a los u$s 1000 millones sostenida durante 5 años) pero el Gobierno anterior no habilitó estos beneficios, situación que se extendió hasta hoy.
El cepo al dólar es uno de los principales reclamos de las petroleras, que necesitan disponer de las divisas para importaciones, pagar vencimientos de deuda o girar al exterior sus dividendos; de otra forma, dicen los ejecutivos y accionistas del sector, mueven su cartera de inversiones a otros destinos «más amigables».
La señal había sido anticipada días atrás por el ministro de Economía, Sergio Massa, en Houston, Estados Unidos. Y es clave también para la malaya Petronas, que en 2014 lanzó una mega inversión con YPF en La Amarga Chica. Ambas firmas tienen un proyecto para construir una planta de licuefacción de gas.
Por Santiago Spaltro
El Cronista