Aumenta la presión para el precio de la nafta en marzo
El 1 del próximo mes aumentan el bioetanol y el biodiesel, mientras que el 12 treparán los impuestos. Mientras tanto, el crudo sigue su escalada y los costos de las petroleras van al alza.
Los precios de los combustibles tuvieron este lunes su cuarta actualización a nivel país (en algunas regiones hubo movimientos locales, que no se replicaron en toda la Argentina) y podrían tener un sendero al alza en los próximos meses, por el impacto combinado del aumento del petróleo, los impuestos internos y los biocombustibles, que conspira contra la intención declamada del Gobierno de contener la inflación.
YPF reordenó nen sus estaciones de servicio los precios de la nafta y el gasoil, para «achicar la brecha de precios con la competencia», aliviar la presión de la demanda donde los combustibles de las competidoras (Raízen -Shell-, Axion y Puma Energy) habían quedado hasta $ 2 más caros por litro y reducir la diferencia entre capitales e interiores de algunas provincias.
Como consecuencia, en algunas ciudades del Interior hubo bajas, en otros lugares no se registraron cambios y en buena parte de la Capital se vieron alzas.
El promedio es de 1,2% y la nafta súper quedó en la Ciudad de Buenos Aires en $ 74,60; el gasoil a $ 70,30; la nafta Infinia (premium) a $ 85,70; y la Infinia Diesel (D-500) a $ 82,40. Desde el 1 de enero, la nafta súper trepó 11,1% en Capital Federal.
Por su lado, Raízen, licenciataria de la marca Shell, aumentará 1,2% desde las primeras horas del martes, mientras que otra refinadora prometió «seguir los movimientos del mercado».
En adelante, marzo se avizora como otro mes que podría tener dos ajustes en los precios, como ya sucedió en enero y también en febrero.
Las causas internas están en incrementos programados de los biocombustibles (el 1 de marzo) y de los impuestos (el 12 de marzo); en el mercado internacional, en tanto, el alza del crudo presiona sobre los costos de las petroleras.
Dentro de dos semanas, el bioetanol que se mezcla en un 12% con las naftas pasará de $ 47,80 a $ 48,70 por litro, o un 1,9%.
Asimismo, el biodiesel subirá de $ 86.875 a $ 89.975 por tonelada, o un 3,6% mensual. El gasoil tiene transitoriamente un corte de 6,7% de biocombustible, que en marzo será de 8,9%.
La meta oficial de anclar la inflación y elevar los salarios reales de las familias para potenciar el crecimiento económico puede encontrar en el sector petrolero un obstáculo.
Como es habitual, el traslado al público del alza de los costos de YPF dependerá de la voluntad política del Gobierno.
En el inicio de marzo los combustibles podrían tener un nuevo ajuste de entre 0,3% y 0,8% exclusivamente por el bioetanol y el biodiesel.
Once días más tarde, subirán el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). En las naftas será de $ 1,99 por litro y en el gasoil, $ 1,24.
En términos porcentuales, con la referencia de los precios actuales en la Ciudad de Buenos Aires, impactaría en un 2,7% sobre la nafta super y en un 1,8% sobre el diésel de menor octanaje.
A su vez, el petróleo Brent (que cotiza a futuro en Londres) superó los u$s 63 por barril en la posición de abril y registró una suba de u$s 12 o 24% desde que empezó el año.
Este es el principal factor de presión sobre los combustibles, ya que los precios internos quedan por debajo de la paridad de importación (import parity) y las refinadoras privadas empiezan a hablar de atrasos superiores al 10% en los valores que se comercializan para el público en las estaciones de servicio.
En un año como el 2020, atravesado por una caída récord de la economía y la demanda energética y con exportaciones de petróleo crudo al alza para compensar el menor consumo en Argentina, las importaciones de gasoil llegaron a los 1623,4 millones de litros por u$s 622,6 millones. El volumen comprado en el exterior fue equivalente a un 13,6% de las ventas totales que hubo en el mercado local.
Las importaciones de naftas fueron de apenas un 4,7% de lo comercializado en Argentina, con exportaciones que la superaron ampliamente.
Es decir, que el aumento del petróleo a nivel mundial impacta más sobre los precios del gasoil importado, el que tendría mayor atraso en surtidores.
Por todo esto, las petroleras ya empezaron a preparar los tableros de las estaciones de servicio para cuando los combustibles superen los $ 100 por litro y deban dejar el espacio para apenas una décima en los carteles.
Esto es algo que sucederá más temprano que tarde, primero en el Interior y después en Capital, muy posiblemente hacia fines de este año o comienzos de 2022.
Por Santiago Spaltro
El Cronista