Vaca Muerta y el año de las grandes obras de infraestructura
Tanto en el segmento del gas natural, como en el del petróleo se pusieron en marcha obras de gran envergadura. Un repaso desde el Gasoducto Néstor Kirchner, hasta el plan Duplicar Plus.
La falta de capacidad de transporte tanto para el gas natural como para el petróleo era el principal problema que enfrentaba Vaca Muerta y fue la razón que llevó a que en este 2023 se diera una suerte de revolución de las obras de gran porte, al punto que la fábrica de caños de Tenaris trabaja a destajo.
Para detallar una a una las grandes obras de infraestructura que se realizaron y están en marcha, comenzaremos con las vinculadas al transporte de petróleo, el motor que más tracciona la economía de Vaca Muerta y de todo el sector de los hidrocarburos del país.
La falta de capacidad de evacuación para el crudo de la Cuenca Neuquina se evidenció hace ya un par de años, y si bien la pandemia dio un respiro al sistema de Oleoductos del Valle (Oldelval), la tranquilidad no duró mucho.
La firma realizó en 2022 la ampliación denominada Vivaldi, una mejora en la compresión que le permitió elevar en 50.000 barriles por día la capacidad de evacuación, en una red que va desde Cutral Co al sur, Puesto Hernández al oeste, Luján de Cuyo al norte y Puerto Rosales al este.
Ese nuevo espacio en las líneas se llenó en un abrir y cerrar de ojos y llevó a la concesionaria a lanzar su más ambicioso plan: el programa Duplicar Plus.
El gran plan para el petróleo de Vaca Muerta
Las obras se pusieron en marcha a principios de año, con un plazo total de 24 meses que finalizará en 2025. Esta ampliación que incluye desde una extensa serie de loops en la red de 525 kilómetros hasta ampliaciones en las plantas compresoras por un total de 1.200 millones de dólares.
El mes que viene se verán los primeros beneficios cuando se sume una capacidad adicional de 20.000 barriles diarios. En tanto que el gran salto intermedio se dará hacia marzo del año que viene.
En tanto que como complemento también se están ampliando las instalaciones de recepción de este sistema que opera en la zona de Puerto Rosales la firma Oiltanking Ebytem.
Con un presupuesto de 305 millones de dólares la concesionaria del sistema sumará 5 tanques de acopio de 50.000 metros cúbicos y una nueva estación de bombeo, entre otras mejoras.
De Vaca Muerta, a Chile y Mendoza
Estas obras se suman a un trabajo que comenzó en 2022 y se terminó en mayo de este año, como fue la reactivación del Oleoducto Trasandino (Otasa). Estos trabajos permitieron no solo que se reinicien las exportaciones hacia Chile tras 17 años, sino que además, al direccionar el crudo hacia el oeste, liberaron un espacio de unos 40.000 barriles diarios hacia Puerto Rosales, desde donde el crudo puede destinarse tanto a las grandes refinerías del país como a la exportación por buque.
Este mes se espera que YPF finalice la tercera gran obra de transporte de petróleo de este año, que es el oleoducto Vaca Muerta Norte. Esta línea demandó una inversión de 250 millones de dólares y conectará el corazón de Vaca Muerta con la refinería de Luján de Cuyo, en Mendoza.
Pero en su recorrido permitirá además aportar más petróleo a Otasa, para elevar el nivel de exportaciones a 70.000 barriles por día. Este ducto tendrá una capacidad de transporte de 116.000 barriles por día, ya que al crudo destinado a la exportación se sumará un mayor flujo hacia Mendoza.
Este oleoducto no es el primero de este tipo en realizarse en Vaca Muerta, ya que por ejemplo el año pasado Shell, PAE y Pluspetrol inauguraron la línea Sierras Blancas – Allen, pero sí se trata del primer sistema que se dirige hacia el noroeste, fuertemente pensado en la exportación a Chile.
Algo similar busca realizar ExxonMobil con el proyecto que unirá Bajo del Choique con la red de Oldelval en el norte de Vaca Muerta. La obra, de 43 kilómetros, está previsto que inicie el año que viene y que demanda una inversión de 75 millones de dólares para poder transportar hasta 60.000 barriles de petróleo por día.
La gran apuesta al puerto petrolero para Vaca Muerta
Finalmente en el segmento del petróleo el proyecto más grande está aún a la espera de su aprobación final por parte del gobierno de Río Negro. Se trata del plan Vaca Muerta Oil Sur, una iniciativa que está valuada en 2.500 millones de dólares ya que no solo contempla un oleoducto de 565 kilómetros y una capacidad máxima de 370.000 barriles diarios desde Vaca Muerta hasta Punta Colorada, en la costa rionegrina.
Sino que allí se planificó construir el puerto de exportación de petróleo más grande del país, con dos monoboyas mar adentro para poder exportar hasta 16.000 millones de dólares por año.
La obra ya completó la instancia de audiencia pública y desde la petrolera de mayoría estatal se espera poder comenzar con los trabajos lo antes posible. Iniciando para esto por el tramo que va desde Loma Campana hasta Allen, ya que permite allí vincularse con el actual sistema de Oldelval.
Las obras para el gas
En el segmento del gas natural la gran obra de este año fue la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, una línea de 573 kilómetros une Tratayén, en Neuquén, con Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires.
El pasado 4 de agosto comenzó a funcionar y ya ha llegado a su capacidad máxima de 11 millones de metros cúbicos diarios, que se elevará a 21 con la puesta en marcha de las plantas compresoras previstas para antes de fin de año. Si bien el monto final de la obra no ha sido actualizado, se estima que ronda los 3.000 millones de dólares.
Junto a esta obra troncal se desarrollaron otros trabajos dentro del programa Transport.Ar. Uno de ellos fue el loop sobre el gasoducto Neuba II que se terminó en julio.
Y también está en construcción otra obra fundamental, el gasoducto Mercedes – Cardales que permitirá vincular las redes de Transportadora Gas del Sur (TGS) y Transportadora Gas del Norte (TGN).
Este ducto se espera que pueda entrar en operaciones en noviembre, y si bien no estará para esa fecha la planta compresora que construye la firma Esuco, desde Enarsa se aseguró que de todas formas podrá redistribuir 4 millones de metros cúbicos de gas entre las dos transportistas para adecuar su disponibilidad a los puntos donde haya demanda.
De Vaca Muerta al Gasoducto Norte
En las tierras de Vaca Muerta, la firma TGS está a punto de poner en funcionamiento una extensión de 32 kilómetros del sistema Vaca Muerta Norte, que demandó una inversión de 49 millones de dólares y que es clave para además poder inyectar el gas en las nuevas redes en especificación.
En el centro del país, la otra transportista TGN culminó en este invierno con la reversión de dos plantas compresoras en Leones y Tío Pujio que permitieron sumar más gas el sistema del Gasoducto Norte.
Este gasoducto troncal es el que acaba de salir a licitación, por parte de Enarsa, para su reversión. Las obras tienen un presupuesto de 712 millones de dólares y consisten en la reversión de 4 plantas compresoras para invertir el sentido de circulación del gas, ya que hasta la fecha el sistema toma la producción de Bolivia y la Cuenca del Noroeste y se espera que a partir de junio del año que viene lleve producción desde la Cuenca Neuquina hacia el norte.
Además se deberá construir un gasoducto para permitir la llegada de ese gas del sur, entre La Carlota y Tío Pujio, una obra de 122 kilómetros de extensión.
Mientras que la última gran obra prevista para el sector del gas es el tramo 2 del Gasoducto Néstor Kirchner. En este caso el gobierno avanzó con la licitación para la compra de los caños, pero el resto de la obra aún no fue licitada.
Este segundo tramo deberá no solo extender el gasoducto desde Salliqueló a San Jerónimo, en Santa Fe, recorriendo unos 460 kilómetros, sino que además deberá sumar más plantas compresoras para que todo el sistema del Gasoducto Néstor Kirchner pueda llegar a una capacidad de transporte de 40 millones de metros cúbicos por día.
Mientras esta última obra aún no tiene fechas definidas por no haber sido licitada, el paquete de obras en gas ya lanzado se espera que esté listo para junio del año que viene, es decir para el próximo invierno, reduciendo así considerablemente el nivel de importaciones que se registran en cada temporada estival, ya que se trata de la época de mayor demanda energética que tiene el país cada año.
En el caso del gas natural, el paquete de obras lanzado es el más importante desde la construcción del gasoducto Neuba II, en 1986, en tanto que en el segmento del petróleo se debe retroceder mucho más en el tiempo, a la construcción inicial de la red de Oldelval hace cerca de 70 años.
Y lo más destacado es que en conjunto estas obras suman más de 8.300 millones de dólares a ser invertidos en las redes del país.
Por Victoria Terzaghi
Río Negro