Tarifas y combustibles, como será el impacto de la suba del tipo de cambio oficial
Petroleras analizan el aumento de más del 100% del dólar por el retraso que genera en el litro de naftas. En tarifas, habrá un doble impacto: por la quita de subsidios y porque el 80% de los costos de la electricidad están dolarizados.
La suba del tipo de cambio oficial de más del 100% que anunció el flamante ministro de Economía, Luis Caputo, impactará en los precios de los combustibles y las tarifas. Por el lado de los combustibles, la devaluación implica un aumento de la materia prima, que es el petróleo, que compran las refinadoras, por lo que hacia adelante el mercado estará a la espera de qué haga YPF, y qué “sendero” de aumento definan las refinadoras. En el caso de las tarifas, en electricidad el 80% de los costos están dolarizados, por lo que allí se verá un doble impacto en el precio final de los usuarios, por el aumento del costo de la energía, pero también por la quita de subsidios, que caerán 0,7% del PBI para el 2024, según el Ministerio de Economía.
Combustibles
Cristian Bergmann, consultor y experto en energía, consideró que “las medidas anunciadas generan un reacomodamiento de las variables, priorizando la eliminación de algunas distorsiones de precios relativos, específicamente en el sector energético”.
Sobre el impacto en los precios de los combustibles, anticipó: “Un nuevo dólar de $800 pone en tensión el precio en surtidor. Es de esperar un reacomodamiento de los precios en el orden del 50 al 70%, principalmente por el pass through de la devaluación”. Es que la devaluación implica un aumento de la materia prima que es el petróleo que compran las refinadoras.
Sin embargo, Bergmann consideró que quedan interrogantes que podrían morigerar los aumentos. Por un lado, “qué determinación tomará el gobierno nacional respecto a los biocombustibles”, y por el otro, qué harán con el impuesto a los combustibles, “que llevan un atraso del componente impositivo del 156%”. Uno de los últimos decretos que firmó el ex ministro de Economía Sergio Massa, determinó su postergación hasta febrero. “Esto implicaría un aumento adicional del 17% para las naftas y del 10,7% para el gasoil”, agregó el consultor energético.
Fuentes de la Secretaría de Energía, que encabeza Eduardo Rodríguez Chirillo, aseguraron que no hay nuevas definiciones.
En una petrolera anticiparon que analizarán los detalles del anuncio para tomar una decisión sobre los precios de los combustibles. Sobre el hecho de que Caputo no dijera nada sobre este tema, consideraron: “No había nada para anunciar porque los precios de los combustibles están desregulados”.
Sobre el futuro de los precios, desde otra petrolera dijeron que luego del aumento del fin de semana del 30%, todavía quedaba un atraso de otro 30% en los precios, producto de la regulación en precios que había hecho Massa durante más de un año. Pero eso con un dólar oficial a $400, por lo que ahora el retraso será aun mayor. De todos modos, las refinerías deberán definir cómo llegar al nuevo nivel y posiblemente lo hagan en base a un “sendero de aumentos”. Además, quedarán a la espera de lo que decida YPF, que tiene más del 50% de las ventas en el mercado interno y en la práctica marca una pauta para el resto.
Tarifas
Las tarifas tendrán un doble impacto, por un lado, por la quita de subsidios, pero por el otro, porque parte de sus costos se encuentran dolarizados. De subsidios, la única definición que dio Caputo fue que se reducirán para la energía y el transporte, pero sin detalles sobre plazos ni sobre el futuro de la segmentación tarifaria. Sobre cómo podría darse, Juan José Carbajales, titular de la consultora Paspartú, analizó: «Imagino que vendrá una quita de subsidios al gas natural y a la electricidad del nivel 3, de ingresos medios, habrá que ver si en modo shock, como advirtió Milei, o con gradualidad, como exige la Corte Suprema», analizó.
Para bajar los subsidios, deberá implicar un aumento en las tarifas a los llamados N3 (ingresos medios) y N2 (ingresos bajos), que hoy pagan el 18 y el 15% (respectivamente) del costo de generación de la energía, explicó el economista Julián Rojo, investigador en temas energéticos del IIEP-UBA-Conicet. Pero, además, “habrá que contemplar el aumento en los costos en pesos que implica la devaluación, dado que el 80% de los costos de la energía eléctrica están dolarizados”. Este impacto deberá trasladarse a un tercio de los usuarios, los llamados N1 (de altos ingresos) que pagan el 100% del costo de generación.
Para aumentar el precio de la energía no hace falta pasar por el Congreso ni llamar a una audiencia pública, sino que es una resolución de la Secretaría de Energía que establece un precio estacional más alto, que es el precio mayorista que compran las distribuidoras.
Por Florencia Barragan
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