Sin ATP y ventas derrumbadas, más de la mitad de las estaciones podría cerrar
Sólo entre los asociados de CECHA se cuentan 3.300 puntos de venta al borde de la quiebra. De ocurrir, se perderían al menos 40.000 puestos de trabajo
Atono con la atmósfera negativa que rodea al grueso de los resortes de la economía local, el segmento que integran las estaciones de servicio transita uno de sus peores momentos en décadas. A la caída del 30 por ciento en la demanda de naftas que se evidencia por estos días, se sumó un mazazo que coloca a los empresarios del expendió en situación de nocaut: la decisión del Gobierno de excluir a estos actores del programa de ayuda estatal ATP.
El combo en cuestión, sumado a una variación en el valor en los surtidores prácticamente inexistente, mantiene en peligro de cierre definitivo a más de la mitad de los puntos de comercialización de combustibles. Así lo expone un informe de CECHA, la confederación que nuclea a los estacioneros, que expone en detalle cómo el nivel de ventas ya no alcanza ni para empatar los costos.
El trabajo en cuestión revela que 3 de cada 5 estaciones de servicio corre el riesgo de cerrar definitivo, mientras que el 85 por ciento de los sitios de venta no podrá sostenerse en el mediano plazo si la situación -en términos de demanda- no mejora.
«A ese cuadro se suma que las estaciones fueron excluidas a partir de este noviembre del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción», se indica. Para luego afirmar que «la circulación restringida o limitada hizo que las ventas queden estancadas en valores un 32.9 por ciento más bajos que previos a la pandemia.»
A pedido de CECHA, la consultora Economic Trends elaboró un estudio en el cual se expone que una estación necesita vender al menos 292.000 litros de combustible al mes para poder alcanzar el «punto crítico», esto es, el umbral con el que llegan a cubrir los costos operativos. «Hoy, el 67,1 por ciento de las estaciones del país no lo supera. Trabajan directamente a pérdida«, afirma.
«Esta situación se viene extendiendo desde el comienzo de la pandemia, por lo que muchos estacioneros decidieron sacar créditos, usar ahorros o vender bienes para mantener los puestos de trabajo funcionando, a la espera del final de la pandemia. Sin embargo, el paso de los meses erosionó los recursos y la falta de una pronta salida hace que ese 67 por ciento hoy corra serios riesgos de cerrar sus puertas», indica el trabajo.
Sólo entre los asociados a la confederación existen alrededor de 3.300 estaciones de servicio al borde de la quiebra. De ocurrir, esto redundará en la pérdida de al menos 40.000 puestos de trabajo.
Respecto de este escenario, Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA, sostuvo que la situación que enfrentan las estaciones de servicio «es desesperante».
Pronóstico de cierre
«Estamos golpeando todas las puertas porque ser excluidos del ATP puede significar para muchas estaciones bajar las persianas. Sería muy triste que hayamos pasado la mayor parte de la pandemia para ahogarnos a esta altura, que dicen que falta menos para que se empiece a vacunar», dijo.
«Fuimos declarados servicio esencial, le pusimos el pecho, hemos sacado préstamos créditos y vendido las joyas de la abuela y ya no tenemos resto. Hoy no podemos garantizar que lleguen todas las estaciones abiertas a 2021», añadió.
En coincidencia con estas palabras, Alberto Boz, titular de la Federación Argentina de Expendedores de Naftas del Interior (FANI), sostuvo que si no hay retorno de la ayuda del Gobierno «asistiremos el cierre en cadena de las estaciones de servicio«.
«Todas las estaciones están vendiendo por debajo del punto de equilibrio. La situación es muy complicada y da un poco de pena que el Estado ya considere que está todo normalizado cuando hay un montón de trabas empiecen a funcionar y le suelten la mano a las medianas empresas como las estaciones de servicio, que somos dadores de trabajo», enfatizó.
Por Patricio Eleisegui
iProfesional