Qué precio tiene el mismo auto en Alemania y Argentina
El VW Golf paga en el país Impuestos Internos, un tributo para bienes suntuarios. En el mercado europeo, es un modelo que consume un trabajador medio.
Hay distintas formas de medir la calidad de vida una sociedad o el poder económico de un país. Una, por ejemplo, es la posibilidad de acceso a los bienes que tienen sus habitantes. Los automóviles -la variedad y nivel de los modelos que se ofrecen- son un buen termómetro para realizar un diagnóstico. En los últimos meses, para evitar la pérdida de dólares, el Gobierno dispuso una serie de medidas respecto a la importación de 0 km. Las demoras en la aprobación de los permisos aduaneros funcionan como un freno al ingreso de unidades. También apeló a endurecer la carga fiscal de los modelos más caros, a través de los Impuestos Internos.
Este es un tributo que nació con el propósito de gravar a bienes suntuarios pero la necesidad por detener la sangría de divisas lo llevó, en el sector automotor, a una presión tributaria de tal magnitud que desvió el lógico objetivo recaudatorio para convertirse en un cepo importador. Por este motivo, se produce en la actualidad una particular situación: en la Argentina se considera como vehículo de lujo, autos que en otros países lo compran los trabajadores de niveles medios o bajos.
Un caso bien notorio es lo que sucede en Alemania. En ese país, el 0km más vendido es el Volkswagen Golf. Se trata de uno de los modelos más accesibles que comercializa la marca en ese país y de gran popularidad en la mayoría de los mercados importantes. Su precio parte desde los 20.395 euros y muchos de sus consumidores pueden ser operarios industriales, empleados administrativos o “cuentapropistas”, como trabajadores de distintos oficios (electricistas, pintores, plomeros, gasistas, etc).
En la Argentina, en cambio, es un modelo que está gravado con Impuestos Internos, por lo tanto, entra en la categoría de “lujo” porque supera hoy la base de $2.250.000, a partir de la cual rige este gravamen (desde el 1 de marzo subirá a $2.500.000). Los 0 km alcanzados por esta primera escala deben tributar una alícuota de 20% que, por la forma de calcular el impuesto hace que su precio se incremente en alrededor de 25%. El Golf Highline, que se comercializa en el país, cuesta hoy $3.711.000. Medidos al cambio oficial, son unos u$s40.000. En “blue”, 25.000. Según el gerente de una concesionaria, no hay compradores para ese modelo porque “a ese precio es imposible vender”. Tiene una unidad a la que no puede vender. Aparte de Internos, hay que sumarle una cadena de impuestos que lo llevan a esa cotización.
Está claro que ese valor contrasta con lo que sucede en Alemania y marca una diferencia del público al que va dirigido. Algo similar sucede con el VW T Cross. Este SUV también paga impuesto al lujo en la Argentina, en la versión Highline de $3.100.000, mientras que en Alemania es un modelo que apunta a sectores de menores ingresos. La gran diferencia, además de la arbitrariedad tributaria en la Argentina, es el poder adquisitivo de los salarios y las facilidades para adquirir un 0 km en cuotas. “De los modelos más accesibles que la gente tiene para comprar en Alemania, uno es el VW Golf. Un gasista o un plomero, como es un oficio que se estudia, ganan muy bien. Una de las formas más comunes para adquirir un 0 km es a través del leasing. En estos casos, la pagan con lo que ganan en unas horas de trabajo. Sale casi más caro el seguro que la cuota del leasing. Por ejemplo, un trabajador no muy calificado, dependiendo de la zona, está ganando alrededor de 2.500 euros de bolsillo, que son casi 4 mil brutos. Una pareja, trabajando los dos, suman unos 5 mil euros mensuales en mano. Con eso, pueden pagar mil euros de alquiler de un departamento y 200 o 250 euros de una cuota de un auto. No es muy importante cuánto vale el auto, porque nadie lo compra al contado”, Ezequiel Daray, periodista argentino radicado hace ocho años en Alemania. Fuentes consultadas de empresas de ese país, coinciden en que el Golf es un modelo de gran demanda en ese tipo de trabajadores. Los profesionales o empleados calificados acceden a vehículos de un segmento superior. Es decir que un trabajador medio, en ese país, puede acceder con el ingreso de bolsillo de menos de 10 meses a un modelo “de lujo” en Argentina. Para hacer la equivalencia, se necesitarían ingresos netos de unos $350.000 por mes para adquirir un Volkswagen Golf en menos de un año. Por poco más, agrega Daray, “se puede comprar un BMW Serie 3 o un Mercedes-Benz Clase C. Esto explica el mix de ventas por marca en Alemania. En 2020, Volkswagen lideró el mercado con 525.000 unidades pero los tres puestos siguientes fueron ocupados por Mercedes, BMW y Audi. Entre las tres marcas premium, superaron ampliamente las ventas de Volkswagen. En la Argentina, hay muchos modelos que están “topeados” por debajo del valor de la base imponible, para no ser alcanzados por Internos. Por ejemplo, versiones del Chevrolet Cruze o el Jeep Renegade. Son vehículos que, en otros mercados, están lejos de ser considerados “de lujo”.
Por Horacio Alonso
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