Millonario desembolso de YPF para cancelar el barco de GNL
La petrolera rescindió el contrato que tenía con la firma belga Exmar Energy y terminó el sueño exportador de gas de Vaca Muerta. La firma deberá pagar 150 millones de dólares y evita un pasivo de 800 millones de dólares por el resto del contrato.
“La reducción de costos y conseguir una industria que sea resiliente a un escenario de precios de petróleo bajos nos obliga a reconvertirnos y a pensar nuevas maneras de hacer las cosas, y a pensar nuevos procesos y tal vez abandonar alguna de las cosas que veníamos haciendo en el pasado”.
Esa fue una de las líneas que dejó el vicepresidente de Upstream No convencional de YPF, Pablo Iuliano en la entrevista que le realizó este medio hace unos días. Si bien se trata de un cargo que no tiene que ver con el Gas Natural Licuado (GNL) de la petrolera de bandera, se puede extraer de su contexto para entender la decisión de YPF de cancelar el contrato de la plataforma Tango FLNG, de Exmar Energy.
La barcaza para acondicionar el gas y licuarlo para poder exportarlo llegó al país a principios de 2019 bajo la gestión del entonces presidente de YPF, Miguel Gutiérrez. En mayo de este año partió el buque Excalibur, con rumbo a Brasil, con el que se realizó el quinto y último envío de GNL desde el país.
El país vecino no fue el único destino y es que también la barcaza permitió que el gas de Vaca Muerta llegue, por primera vez en un hecho histórico, a Europa. Con la partida de la barcaza se va el sueño exportador de gas de Vaca Muerta y ahora el muelle de Bahía Blanca quedará librado para permitir el ingreso de otro buque regasificador para el invierno.
El costo total de la cancelación del contrato que tenía la petrolera de bandera con la empresa belga Exmar Energy costará la suma de 150 millones de dólares. Ayer se transfirieron los primeros 22 millones de dólares en concepto de la primera cuota del acuerdo.
Fuentes del mercado advirtieron que la decisión de YPF de llegar a este acuerdo de salida representa un importante ahorro para la compañía dado que se estima que, en función de los valores de mercado, la petrolera de bandería terminaría perdiendo otros 800 millones de dólares hasta el 2029 cuando finalizaba el alquiler.
Los 128 millones de dólares restantes serán cancelados en 18 cuotas mensuales de aproximadamente 7 millones de dólares. Vale señalar que de esos 150 millones de dólares hay cerca de 36 millones que corresponden a facturas impagas que se acumularon este año.
Los costos que le demandó el proyecto piloto de exportación de GNL durante el poco más de un año que estuvo operativo es algo que la petrolera tiene hasta hoy bajo siete llaves, pero resta nada más ver cómo está el mercado del gas a nivel mundial para predecir que no le fue para nada rentable.
Se estimó que entre septiembre de 2019 y octubre de este año, la petrolera perdió unos 145 millones de dólares, casi el costo total de la cancelación del contrato. El problema estuvo en que se facturaron alrededor de 40 millones de dólares cuando estaban estimados ingresos por 200 millones de dólares.
Se estima que el proyecto necesitaba precios de mercado que superaban la línea de los 9 a 10 dólares el millón de BTU siendo que las ventas no superaron los 3,30 dólares. Esta brecha, más la caída en la producción local de gas y pandemia fueron un cóctel que terminó de sepultar el proyecto.
En el paralelo, Pablo Iuliano también detalló que para que se exporte el gas el breakeven de los desarrollos en el campo debe ser menor a 1,5 dólares por millón de BTU. Un costo que todavía no es lograble de manera regular.
Lo que se puede ver es que con la débil situación del mercado del gas a nivel internacional y las pocas proyecciones a corto plazo el proyecto piloto iba a agudizar más el rojo que los ingresos a raíz de un contrato que claramente era negativo para la petrolera nacional.
Cuando la petrolera de bandera tomó la decisión de apostar al proyecto piloto de exportación de GNL, con Marcos Browne a la cabeza, la industria petrolera local todavía hablaba del añorado proyecto de la planta de licuefacción. Una obra que hoy demandaría entre 5.000 y 10.000 millones de dólares.
La realidad argentina y de mercado impusieron que no era el momento para avanzar la Argentina exportadora de gas y la barcaza que hizo historia por las primeras exportaciones no quedó más que en las buenas intenciones.
Las últimas apariciones en público de la nueva dirección de YPF dejaron en claro que la firma acelerará sus desarrollos de petróleo en los próximos años con el deseo de lograr convertir al país en un exportador constante de crudo. En paralelo mantendrán la producción de gas para atender a la demanda interna.
La idea es conseguir una buena base exportadora de petróleo para recomponer las ajustadas cuentas de la petrolera, generar un ingreso de divisas al país en el proceso, y cosechar los saldos suficientes para poder liderar en el mediano plazo, ahí sí, un proyecto exportador de GNL. El proyecto cuenta con el visto bueno de casi todas las operadoras de Vaca Muerta lo que termina demostrando que sería una decisión en conjunto.
Por ahora solo quedarán las fotos de la característica barcaza con su color naranja y sus cientos de metros de tuberías y válvulas. ¿Será que plataforma Tango FLNG llegó 10 años antes de lo que debía?
Por Matías del Pozzi
Rio Negro