Las perspectivas del hidrógeno y su rentabilidad como combustible sustituto

Ricardo Lupo, especialista en petróleo y gas, afirmó que la implementación exitosa de la economía del hidrógeno en Argentina requerirá inversiones significativas y colaboraciones estratégicas entre el gobierno, la industria y el sector financiero.

Argentina y el mundo se encuentran en un momento clave de transición energética, explorando nuevas fuentes sostenibles que impulsen el crecimiento económico y reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles; con un fuerte desarrollo aún así de los no convencionales, de proyectos exploratorios offshore y de la minería del litio para la producción de baterías.

Como punto de partida Ricardo Lupo, especialista en oil & gas aseguró que el hidrógeno  es un elemento que no existe por sí solo en la naturaleza por lo que en su producción se debe invertir energía para obtenerlo.

“Hoy en día, el proceso más utilizado para la generación de H2 es el de conversión de gas natural con vapor. Los inconvenientes que presenta este procedimiento son el precio del gas y la problemática a corto y a mediano plazo de sustitución de los combustibles fósiles. El proceso que involucra al carbón como materia prima, tiene a su vez como desventaja que la energía necesaria para su producción produce altas temperaturas que generan C02 (gas de efecto invernadero)”, explicó.

Con relación a la producción de hidrógeno por biomasa o agua, señaló que nos encontramos que sus procesos de conversión no alcanzan a satisfacer producciones a gran escala a bajos costos.

“Aunque, la producción a partir de fuentes renovables, se presenta como una alternativa limpia y versátil con el potencial de revolucionar la matriz energética si logramos sortear este inconveniente. Su capacidad para almacenar y liberar energía sin emisiones de gases de efecto invernadero durante su uso lo coloca como un candidato ideal para descarbonizar sectores clave, como el transporte y la industria; siendo que puede ser almacenado por mucho tiempo y a su vez se adapta muy bien a las distintas formas de distribución marítima y terrestre de combustibles de la actualidad”, sostuvo.

Argentina cuenta con condiciones propicias para la producción de hidrógeno verde, obtenido a través de la electrólisis del agua alimentada por energía renovable. La abundancia de recursos naturales, especialmente en regiones como la Patagonia, facilita la generación de energía eólica y solar, elementos esenciales para la producción sostenible de hidrógeno

“¿Si el H2 es tan bueno, por qué hoy no es una realidad?, se pregunta  Lupo.  Y  agregó que la implementación exitosa de la economía del hidrógeno en Argentina requerirá inversiones significativas y colaboraciones estratégicas entre el gobierno, la industria y el sector financiero.

“Estímulos fiscales, políticas de apoyo y acuerdos público-privados podrían catalizar el desarrollo de esta nueva economía, posicionando a Argentina como líder regional en la transición hacia la sostenibilidad.  La dependencia de materias primas para su generación, la pérdida de energía al momento de la conversión mediante electrólisis del agua y sus altos costos de producción, almacenamiento y distribución representan grandes trabas para volver realidad al hidrógeno”, afirmó.

Según la mirada de Lupo, Argentina y el mundo aún hoy continúan con la dependencia del uso de combustibles fósiles, debido en gran parte a la revolución de los no convencionales, a los proyectos costa afuera que se encuentran en etapa de exploración y al desembarco cada vez mayor de jugadores interesados en extracción de litio.

“Esto deja de lado la disposición a resolver cada uno de los pormenores y por mayores que representan la producción de hidrógeno, aún siendo un combustible cien por ciento limpio pero claramente mucho más costoso y sin tecnología e infraestructura a gran escala para reemplazar a otros combustibles”, concluyó.

 Por Daniel Barneda

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