Petróleo y Gas

Las inversiones en hidrocarburos podrían superar los u$s10.000 millones en 2023

Garantías con el CIADI, decretos que habiliten el giro de divisas y un sistema de precios predecible, entre las alternativas del sector de hidrocarburos para inyectar nuevo capital y escalar la producción.

Las inversiones en hidrocarburos podrían superar los u$s10.000 millones en 2023, lo cual representaría un crecimiento por tercer año consecutivo. Sin embargo, el número sería similar a lo ocurrido en 2015. La reflexión en el mundo del oil & gas es que no hay nuevas inversiones extranjeras, sino reinversión de las empresas actuales.

En este contexto, se consultó a referentes del sector para conocer de qué manera podrían inyectarse nuevos capitales: las alternativas van desde generar confianza con esquemas donde intervengan organismos como el Ciadi, hasta opciones jurídicas como un decreto que blinde cada dólar invertido.

La inversión total en upstream de petróleo y gas podría terminar este 2023 en u$s10.901 millones, según proyecciones de Daniel Gerold, director de G&G Energy Consultants. “Es elevada, pero insuficiente”, consideró. De cerrar así, sería el dato más alto desde el 2015. Entre el 2016 y el 2019 estuvo en torno a los u$s7000 millones, en 2020 con la pandemia cayó a la mitad y desde entonces fue creciendo.

“Se invierte en nivel alto lo que se genera localmente de las operaciones, y algo de financiamiento local, pero nadie trae capitales del exterior”, afirmó Gerold.

Lo que observan en el sector es que en la actualidad, todo el flujo de dinero es de reinversión de las empresas que ya operan en Argentina: “Se reinvierte lo que generan en las operaciones, se ve muy claro en el hecho de que no aparecen nuevas empresas con nuevas operaciones”, consideró Daniel Dreizzen, director en Aleph Energy – Ecolatina.


Cómo promover nuevas inversiones

Desde una compañía que prefirió no ser mencionada, consideraron que la urgencia debería ser escalar la producción local, y que para eso no alcanza solo con la reinversión, sino que deberían inyectarse capitales internacionales. Como esquema, la empresa del sector de hidrocarburos consideró que podría considerarse un esquema legal con injerencia internacional del CIADI, que es el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, que depende del Banco Mundial.

“Acomodar la macroeconomía va a promover inversiones, pero eso es de mediano plazo, para el corto plazo podría existir un esquema con el CIADI, que implique acuerdos entre países para respaldar las inversiones y que los conflictos puedan resolverse ahí podría ayudar”, mencionó una fuente del sector privado.

En la “pirámide” de condiciones necesarias para que haya un gran desarrollo hidrocarburífero en Argentina, Dreizzen considera que una de las condiciones estructurales son las de financiamiento, que existan condiciones de operación financiera “normales y estables” para la industria. “Tenemos decenas de reuniones con ejecutivos de empresas del extranjero en las que hay que explicarles que para entrar y sacar plata tienen que comprar un bono. Hasta en los países menos desarrollados se puede ingresar divisas, tener dividendos y sacarlos”, explicó Dreizzen.

Si bien opinó que este esquema va a corregirse cuando se acomode la macroeconomía, aseguró que debería pensarse un esquema intermedio. “Hace años que se trata de aislar a los hidrocarburos de la economía, por cada molécula de petróleo y gas que se genera implica más exportaciones y menos importaciones”, afirmó el consultor. Como alternativa, consideró algún tipo de decreto que implique que cada dólar nuevo de inversión tenga algún esquema para poder girarse en el tiempo. “En upstream un pozo se repaga en un año. Pero en midstream se hunde muchísimo capital, debería haber algún sistema de garantías de repago, porque sino hay riesgos que los privados en este momento no van a asumir”, agregó Dreizzen.

En tanto, para el consultor Daniel Gerold, el problema no es de “falta de leyes”, sino de “falta de cumplimiento de las leyes”. Para Gerold, en la actualidad, el mayor problema es la incertidumbre en cuanto a los precios. “Hay una ley que dice que hay que privilegiar el abastecimiento del mercado local, y está bien, pero la ley no dice que hay que vender con un descuento del 40%, el retraso es inédito en los precios, los capitales no pueden predecir los precios, por eso no vienen”, afirmó.

Para escalar la producción y que lleguen nuevos capitales, Gerold consideró que debería haber una recomposición de precios internos de combustible y petróleo, predictibilidad en los derechos de exportación, normalización del mercado de divisas, la posibilidad del repago de deudas y del giro de dividendos, la mejora en la importación de sets de fractura y equipos de perforación.

Por su parte, Julio Fonrouge, miembro de la fundación Contactos Energéticos, aseguró que debería avanzarse en una “menor intervención administrativa”, por parte de Nación, provincias y municipios, y consideró que la llegada de nuevas inversiones podría ocurrir con una “desregulación” del sector. “Hay que trabajar en un régimen de fomento adecuado para las inversiones, con políticas de integridad para que se hagan de debida forma”, afirmó.

Por Florencia Barragan

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