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La refinería de Campo Durán paró sus sistemas por falta de gas y crudo

En la tarde de ayer las plantas de Topping, Reforming y la Turbex 2 se encontraban inactivas y en el complejo de Campo Durán solo seguían operando los cargaderos de líquidos y de GLP.

El inicio de la semana encontró ayer a la refinería de Campo Durán con sus principales sistemas de procesamiento parados por falta de gas y petróleo, y con una gran preocupación en su planta de personal por el incierto futuro de los 500 puestos laborales que dependen de su actividad. En la tarde de ayer, desde el Sindicato del Gas y Petróleo de Salta y Jujuy se informó que a esa hora solo se encontraba en servicio la planta que comprime el gas que llega desde Bolivia y que el mismo se derivaba («bypasseaba») al gasoducto de TGN, sin ingresar al sistema de turboexpansión.

El titular del gremio del sector, Sebastián Barrios, detalló que a las 17 el Topping, Reforming y la Turbex 2 se encontraban parados y solo seguían operando los cargaderos de líquidos y de GLP.

Cabe recordar que la refinería del norte se diseñó para procesar 4.000 metros cúbicos por día de petróleo crudo y 20,3 millones de metros cúbicos por día de gas natural húmedo.

Las principales actividades en la refinería que opera Refinor son la refinación de petróleo y la industrialización del gas. Para obtener los diferentes productos el complejo de Aguaray cuenta con plantas de destilación atmosférica (Topping), destilación al vacío, hidrotratamiento de naftas, reformado catalítico de naftas (Reforming), turboexpansión de gas (Turbex) y fraccionamiento de GLP.

Hasta mediados de la década del 2000 los sistemas de procesamiento de la refinería operaron casi a pleno con la producción de los tres grandes yacimientos gasíferos del departamento San Martín, que en 2006 rondaba en los 20 millones de metros cúbicos diarios. Sin embargo, las intervenciones de precios sostenidas desde 2002, la consecuente reorientación de inversiones hacia la cuenca de Tarija y la creciente dependencia importadora a que condujo la política energética nacional de las últimas dos décadas puso a las maduras áreas hidrocarburíferas de San Martín en caída libre desde 2008 hasta estos días. Así, a medida que se hundían los registros de los yacimientos del norte salteño fue creciendo la dependencia del gas húmedo importado desde Bolivia. En 2015 el vecino país inauguró en Yacuiba una moderna planta con la que empezó a separar el butano y el propano del flujo exportado a Argentina. Así, la refinería de Campo Durán fue quedando gradualmente sin gas húmedo suficiente para mantener sus procesos de separación y se vio obligada a sacar de servicio una de sus dos plantas de turboexpansión (la Turbex 1).

Una asamblea de trabajadores realizada en el complejo de Campo Durán.

Además, fue perdiendo el crudo asociado a esos flujos hasta el punto de quedar con sus sistemas de destilación operando también a media máquina. Paralelamente, la promoción de Vaca Muerta operó desde 2015 como un tiro de gracia a los hundidos yacimientos de San Martín, que semanas atrás apenas le aportaban 3,5 millones de metros cúbicos de gas húmedo. A fines de 2022 en Refinor solo quedaron asociadas la estatal YPF e Hidrocarburos del Norte, una empresa del grupo que lidera el mendocino José Luis Manzano, que a la par de los procesos de reversión iniciados en los ductos del norte argentino puso en marcha un plan para cubrir las demandas de la región con hidrocarburos de Vaca Muerta procesados en la refinería de Luján de Cuyo (Mendoza). Como broche al ocaso, las operadoras de la cuenca Noroeste acaban de cortarle las entregas desde los yacimientos salteños en rechazo a las políticas de pago aplicadas por la nueva sociedad que maneja Refinor. Hoy, en consecuencia, la planta de Campo Durán tiene parados sus principales sistemas. Extraoficialmente, se habla de un parate de 45 días, pero nada había de cierto al cierre de esta edición.

El Tribuno

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