Biocombustibles

La Bolsa de Comercio de Rosario analizó la actividad de bioetanol y biodiésel

El ritmo de producción anual del bioetanol creció a una tasa promedio del 11%.

Luego de tres años consecutivos de crecimiento productivo ininterrumpido, para el año 2023 se espera que la producción de etanol de maíz caiga un 1% por debajo del 2022, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Durante el año pasado, la industria de bioetanol llegó a máximos históricos, con una producción de 1,16 millones de m3.

La caída de este año está lejos de ser catastrófica, con previsiones de sólo 7 mil m3 por debajo del 2022. Sin embargo, desde la entidad rosarina indicaron que los volúmenes de transformación del azúcar y el maíz todavía tienen muchísimo potencial para apuntalar el agregado de valor y la sustentabilidad en la provisión de combustibles.

Dentro de las provincias productoras de etanol, Córdoba es la que encabeza el ranking. La provincia mediterránea explica más del 50% de la producción nacional de bioetanol y el 75% del mismo a base de maíz, con tres fábricas que poseen una capacidad instalada de producción anual conjunta de 588 mil m3.

En segundo lugar, se encuentra la provincia de Tucumán, con ocho plantas activas durante este año, que producen en promedio 36 mil m3 de bioetanol a base de caña de azúcar cada una anualmente. Aunque algunas superan los 60 mil m3. Entre San Luis, Jujuy, Santa Fe y Salta se reparten el restante de la producción, intercalando el insumo principal del cual se obtiene el biocombustible.

La industrialización de bioetanol a base de maíz ha avanzado a paso firme a lo largo de los años y desde el 2014 al menos la mitad de la producción tiene a este cereal como insumo. No conforme con ello, desde ese entonces, el ritmo de producción anual ha crecido a una tasa promedio del 11%.

Mientras que, durante el 2012, se habrían utilizado poco más de 50 mil toneladas de maíz, en el año 2018 ya se procesaba un estimado de 1,5 Mt del cereal exclusivamente para la producción de bioetanol. El máximo histórico ha tenido lugar el año pasado, con 1,8 millones de toneladas. Más allá de la caída interanual de la cosecha maicera, el cereal no ha perdido protagonismo y alcanzaría en el 2023 un récord, con casi el 70% de bioetanol producido durante todo el año sería a base de maíz.

Esto implicaría una demanda de grano de 2 millones de toneladas. Con un nivel de oferta total que según estimaciones de la Bolsa rosarina, ascendería a 42 millones de toneladas (el más bajo en ocho campañas), la proporción de maíz que sería utilizado como insumo para la producción de biocombustible llegaría a máximos históricos.

De cara a una nueva campaña maicera, que trae consigo promesas de mejora, la oferta de maíz sería mayor en comparación a la que se ha visto durante este año. Ello teniendo en cuenta que la industria del bioetanol a base de maíz funciona a un alto ratio de capacidad instalada (el promedio de los últimos dos años es de 90%) y en vistas de ampliarse dicha estructura, sería posible que en 2024 se sobrepase nuevamente el techo productivo.


Biodiésel

Desde el año 2011 hasta el 2019 inclusive, la industria del biodiesel ha llevado un ritmo promedio de producción anual en torno a las 2,3 millones de toneladas. A lo largo de esa década, el 42% de lo producido tuvo como destino el abastecimiento interno a través de la tasa de corte.

El primer gran revés que habría de sufrir la industria se concretó durante la pandemia, cuando se rompió el piso de las 2 millones de toneladas anuales y se llegó a niveles productivos mínimos para aquel entonces. El biodiesel destinado al abastecimiento para el corte obligatorio fue incluso menor que en el 2010, cuando la capacidad productiva argentina era la mitad de lo que es ahora.

«No conforme con ello, el nuevo marco regulatorio de los biocombustibles, que entró en vigor durante agosto de 2021, implementó recortes a las tasas de corte con biodiesel. En plena salida de la pandemia, la industria del biodiesel tuvo menos ventas al corte en 2021 que en 2020. Luego de la implementación de mejoras temporarias en los cortes obligatorios en 2022, el 2023 se presentaba como un año con viento de frente para el biodiesel argentino. Sin embargo, la sequía, la desaceleración económica y la adversa dinámica exportadora fueron factores clave para dar cuenta de un año que probablemente sea el peor de la historia para la industria», explicó el trabajo.

Finalizando el 2023 y con las actuales estimaciones y proyecciones productivas, los golpes de la sequía y la baja de tasa de corte serían más fuertes inclusive que la pandemia. La producción anual de biodiesel llegaría a 872 mil toneladas, utilizando únicamente el 22% de la capacidad instalada.

La escasez de soja ha llevado el ritmo promedio de producción a 72 mil toneladas de biodiesel al mes, mientras que el promedio durante los últimos cinco años ha sido de 154 mil toneladas mensuales. Inclusive durante el 2020, año de la pandemia, el promedio de producción mensual de biodiesel fue de 96 mil toneladas.

No conforme con ello, se espera un fuerte ajuste las exportaciones de biodiesel este 2023. Las ventas al exterior llegarían a 337 mil toneladas, cayendo un 72%. Mientras tanto, el abastecimiento de la demanda para cumplir el corte obligatorio se resentiría un 16% respecto al año pasado.

Sin lugar a duda, la industria ha pasado uno de sus años más complejos en términos de abastecimiento, en el cual inclusive se ha marcado un récord de importaciones de soja. La sequía y su corolario sobre los rindes han legado la menor oferta de la oleaginosa en trece campañas. Esta situación ha derivado en una importante contracción de la entrada de divisas producto de las ventas externas. En el período 2017-2022 ingresaron US$ 1.100 millones en concepto de exportaciones de biodiesel. Durante 2023 serían menos de US$ 500 mil.

Pero dado el panorama actual, y la reafirmación del fenómeno de “El Niño” capitalizándose en milímetros sobre los campos, las proyecciones productivas para el año entrante implicarían una notable recuperación en producción de soja para la 2023/24.

«Este contexto imprime cierta cuota de optimismo sobre la industria, con las expectativas puestas en una recomposición para el año entrante. Según las estimaciones de esta Bolsa de Comercio, la producción de biodiesel sería prácticamente el doble para el 2024, ascendiendo a 1,5 Mt. De la mano de más toneladas, las ventas al exterior de biodiesel recuperarían su vigor incrementándose en un 104% con respecto al 2023, el valor de las exportaciones llegaría a U$D 883 millones, 2,1 veces más que el año actual», cerró el informe.

Clarín

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