Estacioneros esperan un nuevo acuerdo de precios
El pacto que limitó las subas en los surtidores a cuatro por ciento mensual terminó. Si bien no hay confirmación todavía, la cámara neuquina de expendedores descuenta que se avanzará en un nuevo acuerdo.
Los dueños de las estaciones de servicio de la región esperan un nuevo acuerdo de precios para los combustibles entre el gobierno nacional y las petroleras tras ejecutarse el último tramo de la suba pactada a fines de noviembre del año pasado. Los precios de los combustibles se movieron a menor velocidad que el Índice de Precios al Consumidor desde diciembre por imperio del acuerdo firmado a instancias del ministro de Economía, Sergio Massa.
El empresario Carlos Pinto, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles del Alto Valle, consideró saludable que se modere la suba de los precios para no perder ventas, al mismo tiempo que consideró que las petroleras y el gobierno nacional «deberían poner algo de su parte» para no comprometer la renta de los expendedores mientras sus ingresos crecen a ritmo inferior que el de la inflación.
Los comerciantes de los combustibles en última instancia no tienen nada que ver con los precios de los surtidores, que son puestos por los productores directamente. La renta de los estacioneros por la venta de combustibles depende de un porcentaje de la facturación, entonces cuando los precios de los productos se retrasan respecto a la inflación sus ganancias se resienten, explicó el dirigente gremial empresario.
Desde principios de diciembre, los precios de los combustibles se movieron al alza en torno al 16 por ciento, mientras que sólo en los dos primeros meses del año la inflación superó el 13 por ciento. Pinto consideró que en los próximos días puede haber novedades sobre un nuevo capítulo del acuerdo del gobierno con las petroleras para contener las subas en los precios de los combustibles.
El mercado nacional de las naftas y gasoil en los papeles está liberado desde hace más de cinco años, pero nunca funcionó con libertad de precios, puesto que los gobiernos tienen resortes para intervenir. A fines del año pasado esa intervención fue directa, puesto que Economía convocó a las petroleras para moderar los aumentos de precios. Hasta entonces, la mano del estado se metía en las pizarras de las estaciones de servicio mediante la fijación de precios de YPF, que domina cerca del 60 por ciento de la venta minorista de combustibles.
«La empresa que pone precios más altos que YPF sale del mercado porque se queda sin clientes», graficó Pinto. Hay casos de referencia en los que alguna petrolera sacó los pies del plato con precios más altos que los de la compañía controlada por el gobierno debiendo luego volver atrás ante la fuga de clientes.
La mañana en Neuquén