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En un clima de tensión, YPF empezó la negociación de su deuda

La petrolera quiere postergar vencimientos por unos USD 6.600 millones. El mercado desconfía: las acciones perdieron 5,4% en Wall Street.

Las negociaciones entre YPF y sus acreedores comenzaron este martes en un clima de tensión con los bancos. Muchos acreedores no están de acuerdo con las modificaciones que propone Affronti, el CEO de la petrolera a los bonos. De hecho, en un comunicado, el Comité Ad Hoc de acreedores de YPF calificó de «hostil» la propuesta. La idea de que se les suspenda por dos años el flujo de ingresos no les hace a los bancos gracia alguna.

En total, la compañía quiere reestructurar 6.600 millones de dólares de siete series de obligaciones negociables (ON) emitidas bajo Ley Nueva York con vencimientos de capital entre 2021 y 2047. Su propuesta contempla el canje por tres bonos sustitutos con un período de gracia hasta diciembre de 2022, dos con tasas de interés del 8,5% y vencimiento en 2026 y 2029 y el último con 7% de tasa y vencimiento en 2033. En en caso del bono más corto además hay garantías de exportaciones.

Para modificar las condiciones actuales se requiere de la votación a favor de más de la mitad de la asamblea de acreedores siempre y cuando esta obtenga el quórum necesario. En una primera llamada, se requiere de la presencia del 60% de las acreencias. En una segunda instancia basta con que se presente el 30%. Además YPF se impuso un piso del 70% para la modificación de la letra chica de los prospectos de emisión a partir del cual hará compulsivo el canje a los bonistas que no la hayan aceptado.

La fecha límite para la aceptación temprana -que tiene un incentivo en efectivo para quienes acepten- es el 18 de enero. Si no se logra la aceptación en esa fecha, la propuesta de aceptación tardía seguirá abierta hasta tanto logre el objetivo de llegar a este canje o a una nueva oferta de reestructuración.

Por lo pronto, el mercado no recibió de buen grado la propuesta y se lo evidenció en el movimiento a contramano del resto de las petroleras que tuvo este miércoles el papel de YPF en Wall Street. Con el Brent subiendo a casi 57 dólares el barril, el ADR de YPF perdió hasta 7% en la rueda y recortó la pérdida a 5,4%. El castigo del mercado se ve en el precio de la acción, solo 4,18 dólares. Por ejemplo, cuando a finales de 2016 el petróleo se movía en el mismo rango de precios, el papel de la petrolera de bandera oscilaba en torno a los 18 dólares.

La iniciativa de YPF contempla dos objetivos: en primer lugar, cumplir con la normativa del Banco Central que exige a las empresas reestructurar sus pasivos para reducir el pago de deuda en moneda extranjera por la falta de dólares y, también, capitalizar a la empresa con nuevas inversiones.

«Si una empresa necesita capitalizarse, la reestructuración de pasivos no es la mejor estrategia. Una oferta de obligaciones negociables convertibles a acciones con capital gain podría ser una alternativa más tentadora y que permite comprimir más la tasa de interés», dijo el analista de mercados Francisco Uriburu.

La puesta en venta de la torre de YPF en Puerto Madero también fue leída en el mercado como una señal de necesidad de capitalización urgente. Sin embargo, adentro de la compañía consideran que es una muestra de eficiencia por el traslado a home office del grueso de las actividades que se realizaban en esas oficinas y, les asegura a los acreedores que de no lograrse un acuerdo, la petrolera no entrará en default, pero sí se verá obligada a reducir su programa de inversiones.

Esto implicaría que en 2021 YPF tampoco lograría revertir la tendencia declinante en la producción total, pese a los récords puntuales por yacimiento en los que sí desembarcó con capital fresco.

Por lo pronto, en 2020 la empresa reportó pérdidas por casi 1.400 millones de dólares en los tres primeros trimestres.

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