Petróleo y Gas

El Gasoducto Néstor Kirchner por dentro

Cómo funciona la relojería logística para colocar bajo tierra 56.700 caños de acero de 12 metros de largo, en una obra que tiene que hacerse en un tiempo récord.

El gasoducto que unirá Vaca Muerta con Buenos Aires comenzó a dar sus primeros pasos hace dos meses. La obra, que costará más de $ 300.000 millones, tiene que estar lista para fines de junio. En Enarsa, la empresa estatal que tiene a cargo la supervisión de la misma, dicen que los tiempos se vienen cumpliendo y hasta están “un poco” adelantados.

La conexión entre Neuquén y Buenos Aires se hará a través de una traza de 573 kilómetros. La primera parte es la concreción de ese recorrido troncal, a través de caños. Las siguientes comprenden un gasoducto más específico -al margen del principal-, una ampliación de otro existente y una planta compresora, considerado una obra complementaria.

Dentro de la obra, los ingenieros a cargo explican que se deben seguir un mínimo de 10 pasos para llegar a completar el gasoducto. Para tomar una dimensión, se enterrarán 56.700 caños de acero de 12 metros de largo en todo el recorrido. Para llevarlo, se necesitarán 14.000 viajes de camión.

Techint, Sacde y Enarsa invitaron a un grupo de medios al kilómetro 60 del gasoducto. Se ubica a esa distancia de Tratayén (en Neuquén), considera el punto “cero”. Esta locación donde están los obradores ya está dentro de la provincia de Río Negro. La localidad más cercana es Catriel, como para tener una referencia.

En el campamento, los constructores van apilando los caños de 36 pulgadas, una medición especial para esta clase de obras. Mientras tanto, las máquinas van abriendo las pistas que delimitan la traza del gasoducto.

Los caños son de 12 metros. Pero, para enterrarlos, las empresas juntan dos y hacen una soldadura llamada de doble junta, en la que se unen ambos extremos. Los convierten en caños de 24 metros, que son los se hundirán posteriormente. ¿Por qué se trasladan de 12 metros cuando se necesitan bajar de 24 metros?, es la pregunta recurrente de periodistas.

“Ningún camión puede transportar más de 12 metros. Por eso se los transporta así, y se los une en la planta. En algunos países hay caños de 18 metros, pero son casos muy excepcionales”, replican los managers de la obra.

Una vez que los caños ya pasaron por la doble soldadura, se los coloca uno detrás del otro en hilera. Se los ve todos juntos como si estuvieran pasando por una pasarela. Mientras tanto, otras máquinas van abriendo las zanjas en las que se colocarán los tubos ya soldados. A eso le sigue una soldadura automática, donde un robot los ensamblará entre si con mayor precisión y menos tiempo. En la recorrida a la que fueron invitados varios medios, esa etapa aún no estaba en marcha.

La bajada de cañerías asoma como uno de los pasos visualmente más impactantes. Unas máquinas especiales para depositar los caños (denominados tiende tubos) se alienan para colocar 1.000 metros de tubos en las zanjas ya trazadas. Se pudo ver una parte de la traza (que incluso cruza el río Colorado), pero los caños todavía no fueron colocados.

La bajada de cañerías arrancará en estos días. Se estima que serán 4 kilómetros por día. Como la superficie de este trayecto es de 440 kilómetros, este consorcio estima que le tomará 110 días corridos.

Los renglones 1 y 2 de la construcción del gasoducto son los más costosos y complejos, ya que se encuentran en los terrenos más pedregosos y complicados. Techint y Sacde unirán desde el kilómetro 0 al 440, ubicado en la localidad de General Acha, en La Pampa. Los siguientes renglones (3,4 y 5) son en zonas más “llanas”, según describen los especialistas.

Se estima que el mismo proceso que están haciendo desde el principio hacia adelante, luego lo harán desde el final hacia atrás. Para dar un ejemplo, del kilómetro 0 al 220 se van colocando en ese orden. Pero. del kilómetros 220 al 440, se colocan al revés, es decir empezando por el final. Esto es para que ambas direcciones confluyan en un punto medio y ya está toda la cañería lista.

Con los caños ya enterrados se procede al tritubo, que es la colocación de fibra óptica en el trayecto. Luego se hará la tapada final y recomposición de pista, según Enarsa, donde se tapa toda la traza con tierra. En el paso previo a la puesta en funcionamiento -el décimo- se hacen pruebas hidráulicas para evaluar la integridad de las cañerías del gasoducto. El siguiente paso es que ya esté listo para funcionar.

El gasoducto Mercedes-Cardales (80 kilómetros de extensión) y la ampliación -en la jerga técnica se la llama loop- del gasoducto Neuba 2 (29 kilómetros de cañerías de 36 pulgadas), participan BTU y Esuco.

La obra terminada permitirá ahorros. Por ejemplo, habrá 11 millones de metros cúbicos de gas nacional disponibles, que se pagarán por encima de los US$ 4 por millón de BTU, la unidad de medida del sector. El país importa cerca de 60 millones de metros cúbicos, un volumen que bajaría un 20% en 2023.

Al precio actual de GNL -el gas licuado en barco que se trae cuando no hay gas local-, el ahorro superaría los US$ 3.000 millones. Pero los barcos de GNL están a precios récord, y nadie puede asegurar cuánto valdrán en junio de 2023-

Con el gasoducto, la capacidad de transporte de Vaca Muerta se duplicará, y llegará a 21 millones de metros cúbicos, el doble que lo actual. Eso explica la prevista caída de importaciones. Una posterior extensión de ese tendido, hacia el norte, podría lograr que la producción de gas actual se cuadruplique, llegando a 42 millones de metros cúbicos por día.

Por Martín Bidegaray

Clarín

Sitio protegido por Google reCAPTCHA. Ver políticas de privacidad y términos de servicio.

Soporte Web Efemosse