Petróleo y Gas

Cutral Co y Plaza Huincul, a 30 años de la privatización de YPF

Las ciudades petroleras se sobrepusieron a la crisis de los 90, generada por el achique de la petrolera. La convulsión quedó atrás y la mirada es hacia el futuro.

Las ciudades de Cutral Co y Plaza Huincul, a pesar de los vaivenes, se mantienen día a día a través de los recursos que genera la industria hidrocarburífera, en mayor medida. A pesar de la baja en la actividad extractiva convencional, y sumado a lo que surge de la no convencional, el petróleo y el gas siguen siendo el sostén principal de la economía local con una fuerte impronta del yacimiento gasífero El Mangrullo. El comercio, el sector de la construcción pública y privada, y el empleo estatal son las demás áreas que impulsan la economía local.

Después de más de tres décadas de la privatización de YPF, la comarca petrolera -apelativo que se popularizaron durante los movimientos sociales de 1996 y 1997- orilla en este momento unos 50 mil habitantes.

El motor de la economía en esta población sigue siendo la que se genera a través de industria hidrocarburífera. El petróleo y el gas, y las empresas prestadoras de servicios orientados a la industria son el sostén de las fuentes laborales.

En 1991 cuando surgió el proceso de privatización de la empresa YPF, la población de Cutral Co según el Indec era de 33.951 habitantes y la de Plaza Huincul de 11.433. Dos décadas después, el censo poblacional de 2010 dio que había 36.162 cutralquenses y 13.172 huinculenses, o sea que en total eran 49.334 pobladores.

La proyección se mantiene para la actualidad: es decir un grupo poblacional de casi 50 mil habitantes. La pregunta es si sigue siendo la actividad hidrocarburífera la principal fuente de ingresos que se derraman en las familias que aquí residen.

En términos generales, la respuesta es casi la misma -aunque con matices, según quien lo afirme-: el petróleo mantiene las familias, como primer eslabón. En este punto, todos coinciden en que la cesión por 99 años del yacimiento gasífero El Mangrullo es fundamental para la economía local, aunque no se haya logrado la tan mentada reconversión productiva.

Sin embargo, los fondos que de manera directa e indirecta llegan por el yacimiento significan una porción importante que se vuelca en las dos ciudades.

Las autoridades locales refieren que el 80 % de la actividad en los yacimientos de la zona es convencional -Cerro Bandera, Cutral Co- y se avanza en el no convencional; sin embargo, es más incipiente en el yacimiento que administran las dos ciudades.

En El Mangrullo, los datos aportados dan cuenta de un millar de empleados, 400 de los cuales son permanentes. “Hay muchos que rotan permanentemente, y eso derrama mucho en la economía local, a través de los sueldos”, dijo el intendente electo, Ramón Rioseco.

Luego está la porción que trabaja en Vaca Muerta, y que viaja hacia Añelo a diario y se desempeña en las áreas de esa zona. Los transportes -micros y combis- son los que se observan desde temprano que pasan a buscar a los empleados.

Otra de las ramas que solventan los ingresos de las familias es la comercial. La conformación de este sector se diferencia a la situación de hace tres décadas por el desembarco de las grandes cadenas de los rubros alimenticios y de electrodomésticos.

La irrupción de los comerciantes de origen asiático -volcados a los alimentos- y de la comunidad boliviana en el rubro de indumentaria, en un mayor porcentaje, sobrasalen en la conformación de la actividad comercial.

Las casas con más de treinta o cuarenta años de trayectoria y, en especial, quienes vivieron la época de oro de la empresa estatal YPF y de las operadoras multinacionales, debieron adaptarse a los cambios y, en términos generales, se mantuvieron hasta hoy, con los altibajos en las ventas y las maniobras para afrontar a los procesos inflacionarios.

Otro componente que se debe tener en cuenta, es el aporte que hace la construcción a través del sector público y aunque en menor medida, la privada no pasa inadvertida teniendo en cuenta el crecimiento de la urbanización.

La entrega sostenida de lotes -en especial en Cutral Co- con los servicios esenciales hace que sea un movimiento constante del sector albañilería, gasistas, electricistas, entre otros.

De hecho, la decisión de una empresa regional dedicada a esta rama de desembarcar en la ciudad dio un parámetro de la cantidad de obras particulares en marcha.

Otra de las patas que conforman la rueda económica es la del sector estatal. A los puestos de trabajo que se desprenden de los municipios -con planta permanente y los denominados programas de empleo-, se le suman los de educación, con personal docente, no docente y auxiliares de servicio.

La Justicia neuquina también aporta empleos al igual que la salud pública, los organismos descentralizados como EPAS y EPEN, cuyos sueldos se vuelcan también en la comarca petrolera.

Luego, se debe tener en cuenta la cantidad de empleos de la actividad privada dedicada a la salud privada, aunque en menor medida, porque solo hay una clínica privada que depende del sindicato petrolero y una cooperativa de salud, que brinda atención sin servicio de internación.

Las estrategias del comercio ante las grandes cadenas

La radiografía de la actividad comercial en la comarca petrolera refleja un cambio con la irrupción en los últimos años de las grandes cadenas y la pelea que los comercios más pequeños deben dar a diario para transformarse en competitivos.

Carlos Arens es el presidente de la Cámara de Comerciantes e Industriales de Cutral Co y Plaza Huincul, aunque también formó parte de la función pública, cuando fue funcionario en el Ejecutivo cutralquense (en la gestión de 2007) y luego presidente del Concejo Deliberante.

“Hoy está con un panorama diferente de cómo se compone el comercio. Hay grandes cadenas comerciales que hace 20 años no existían. Después, en menor medida está la comunidad boliviana y se agregaron los súper chinos. Se fue modificando en ese aspecto, por un comercio foráneo que se fue instalando”, describió Arens.

La llegada de este tipo de cadenas afectó al sector de pequeños negocios de almacenes de barrio que tenían otro mercado. “Son consumidores de estos mismos híper que les proveen a los pequeños negocios de mercadería en el rubro alimenticio”, relató.

Arens hizo un apartado sobre las empresas de servicios petroleros y gasíferos que, de a poco, se fueron de la zona para radicarse en Neuquén o en Centenario. Son pocas las de origen local que están en marcha.

De todos modos, el dinero que se vuelca al comercio local proveniente de la actividad petrolera y gasífera no es menor, a su criterio.

Al mismo tiempo, si se hace una mirada retrospectiva a tres décadas atrás, Arens refirió que se debe de manera inexorable, conectar la situación con los recursos que circulan en la zona. “Hubo una recomposición de alguna manera, porque el efecto de Vaca Muerta generó movimiento en la zona, minoritario obviamente porque el gran movimiento económico se centralizó en Neuquén capital”, aclaró.

“Los efectos de Vaca Muerta fueron los que no supimos cuidar”, opinó. Enseguida mencionó, como una omisión de parte de los gobiernos locales y provinciales, de no intentar derivar algunos efectos más firmes.

“Fallamos nosotros en no reclamar con la firmeza necesaria. El ejemplo fue el ferrocarril, que se proyecta desde la zona de Cipolletti, Contralmirante Cordero y sigue firme ese proyecto, no varía”, apuntó.

El punto común de análisis es el yacimiento gasífero El Mangrullo. “Ese es un recurso extraordinario y cuya distribución se hace hacia los municipios (como ingresos por regalías) y es un dinero que, a su vez, se recicla en obra pública, en contratación de gente como monotributistas, y la introducción de esos recursos que hacen financiamiento con líneas crediticias”, indicó.

Sin embargo, el dirigente de la tradicional entidad, reflexionó que se abandonó la idea de “cambiar la matriz productiva” con los fondos provenientes del yacimiento. “Sabemos que los servicios son transitorios, la obra pública también, son necesarios, pero se acabará en algún momento”, dijo.Es una tarea pendiente para las autoridades, analizó el dirigente.

La tarea del sindicato petrolero

El grueso de las fuentes de trabajo que genera la industria hidrocarburífera están concentradas en la actividad del no convencional por lo que los empleados deben desplazarse hacia Añelo desde Cutral Co y Huincul. Al menos así lo sostienen desde el sindicato petrolero que se mantienen atentos cuando existen bajas en los equipos.

“En los yacimientos maduros, que son los que tiene Cutral Co, la actividad es de convencional y si bien trabajan, ahí el número de puestos laborales es menor”, explicó el delegado regional del sindicato petrolero, Patricio Keim.

El gremialista consideró que las productoras invierten en el no convencional y a partir de ahí, cuando existe alguna baja se trata de reubicar al personal. “La gente se ha reubicado. Después de la pandemia, obviamente fue muy difícil volver al 100 %, pero se trata de subir a todos”, indicó.

En este escenario es normal que personas de Cutral Co trabajen en la zona de Añelo, en el Valle, algunos también (aunque en menor medida) en Rincón de los Sauces y en Neuquén.

En cuanto al desarrollo en el yacimiento El Mangrullo, Keim describió que el crecimiento fue exponencial si se lo compara hace siete años atrás.

“Es del orden del 300 % porque tiene (Pampa Energía) dos plantas más. En su momento dio mucha mano de obra con la construcción, que era por UOCRA, se hizo toda esa línea, así que eso fue mucho el trabajo”, consideró.

Aunque indicó que se mantiene una lucha constante para garantizar el ingreso en el área de personas de la comarca petrolera. La legislación al respecto indica que se debe garantizar un 80 % de mano de obra local y el resto para las empresas foráneas. “Eso es lo que no se está cumpliendo, son de afuera y ahí no podemos hacer mucho porque son los municipios que tienen que controlar”, concluyó.

Por Andrea Vázquez

Río Negro

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