Petróleo y Gas

Vaca Muerta: analizan proyecto para exportar GNL a China

Se trata de la construcción de una planta de licuefacción de gas en Bahía Blanca para exportar gas natural licuado (GNL) de Vaca Muerta a China.

Las repercusiones de la gira del presidente Alberto Fernández fueron múltiples, tanto que una noticia fue tapando a la otra. En el medio, una serie de proyectos quedaron opacados por el anuncio de la adhesión a la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda. Entre ellos, una de las inversiones de mayor importancia económica y estratégica que se podría concretar en los próximos meses: la construcción de una planta de licuefacción de gas en Bahía Blanca para exportar gas natural licuado (GNL) de Vaca Muerta a China. El proyecto, elaborado por el Ministerio de Desarrollo Productivo, tomaría forma a través de una Inversión Extranjera Directa (IED). El convenio también establecería una estabilidad de precios por una cantidad de años a definir.

El proyecto podría tener un alto impacto porque más allá de garantizar los fondos para llevar adelante la obra, comprometería también la compra de un determinado volumen del GNL. En ese punto, ayudaría a equilibrar la balanza comercial bilateral con China, que hoy arroja un déficit anual superior a los u$s7.300 millones. “Argentina necesita extraer todo el gas posible de Vaca Muerta, es un combustible de transición que podría dejar de utilizarse en los próximos treinta años”, explicó uno de los funcionarios que trabaja en la negociación con el gigante asiático.

El interés por parte de China es concreto. En 2021, ese país se convirtió en el mayor importador mundial de gas natural licuado tras aumentar en un 17,8% interanual sus compras, según un informe de la consultora IHS Markit que publicó la agencia EFE. El embajador argentino, Sabino Vaca Narvaja, explicó que el gobierno de Xi Jinping “se puso metas concretas para reducir las emisiones de carbono hacia 2030 y neutralizarlas hacia 2060”, por lo que se descuenta que buscará darle celeridad a la iniciativa.

Fuentes del Gobierno anticiparon que, en este caso, no se trataría de un crédito de país a país sino que, por los montos que implicaría, podría cristalizarse a través de una Inversión Extranjera Directa. De ser así, no comprometería el escenario financiero local y tendría plazos más cortos. “Podría concretarse este año, aunque restan discutir algunas cuestiones”, agregaron en ese sentido.

Un punto a discutir es el nivel de integración nacional que tendrá la iniciativa. El grado de participación de proveedores locales fue incluso uno de los planteos que Argentina llevó a la mesa conversación para las obras que se impulsarán en los próximos años, ya que China suele acompañar el financiamiento con provisión de equipos e insumos.

Durante el viaje de Alberto Fernández a China ya se confirmó un desembolso de u$s1.900 millones del país asiático para concretar la segunda etapa de la red de gasoductos Transport.ar. La extensión servirá para transportar energía de Vaca Muerta hacia las provincias del norte del país, lo que permitirá ahorrar divisas mediante una reducción de las compras a Bolivia. La adhesión de Argentina a la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda acelerará las inversiones en infraestructura a gran escala, por lo que se espera que más proyectos de este tipo tengan lugar. Al mismo tiempo, impulsará el comercio, al punto que Vaca Narvaja afirmó: “En tres o cuatro años China pasará a ser nuestro principal socio comercial”.

Por Andrés Lerner

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