Biocombustibles

Proponen elevar al 20% el corte de biodiésel con gasoil

Para 2030 la producción nacional de biodiesel podría pasar de 5 millones de m3 a 9 millones, lo que alcanzaría con nuevas plantas e inversiones a abastecer el 45% de la demanda total local de gasoil.

Durante la Conferencia Biodiésel Argentina 2022 organizada por Evonik Metilatos se analizó la potencialidad del sector para el mundo y la Argentina.

Expertos reunidos en la Conferencia Biodiésel Argentina 2022 organizada por Evonik Metilatos en Buenos Aires coincidieron en que actualmente están dadas las condiciones para aumentar la participación del biodiésel en el transporte, el agro y la generación eléctrica, estableciendo a mediano plazo un contenido del biocombustible del 20% (B20) en el gasoil.

Durante el evento realizado en el Hotel Emperador se abordaron los temas más importantes de la agenda de la cadena de valor del biodiésel: de materias primas al producto final, de la exportación al mercado local y de lo privado a lo público.

La apertura estuvo a cargo de Andreas Kripzak, Vicepresidente y Gerente General en la Región de las Américas para la Línea de Negocios Soluciones Funcionales de Evonik, que incluye su Negocio de Metilato de Sodio en la región, esencial para producir biodiésel a base de éster de ácidos grasos y metilos. “No es lógico imaginar una matriz energética solo con participación de fuentes de origen mineral, dejando a un lado el aporte de las energías renovables en general y de los biocombustibles en particular”, dijo el directivo al inicio de su exposición. Y agregó: “Una matriz energética diversificada es una necesidad, y los biocombustibles se presentan como opción clara, accesible y natural para el mercado”.

Kripzak aseguró que “la industria argentina de biodiésel en su conjunto necesitaría una intensificación de su uso en el mercado local y en paralelo aumentar sus esfuerzos para conseguir nuevos y mayores mercados en el mundo”.

En Argentina las primeras exportaciones de biodiésel se concretaron en 2007, con la entrada en vigencia de la Ley 26.093, pero recién desde 2010 se mezcla con gasoil. Actualmente, la obligación de corte es del 7,5% por aplicación de la nueva Ley 27.640, pero el potencial es mayor. Hoy se producen entre 8 y 10 millones de toneladas de aceite factibles de ser convertidas en biodiésel, pero la capacidad instalada de procesamiento es de solo 4,4 millones.

El último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) de octubre pasado reveló que los biocombustibles registraron en lo que va del 2022 volúmenes de producción y de ingresos de divisas que permiten pronosticar que 2022 será un año récord para el biodiésel y el bioetanol, derivados de la soja y el maíz, respectivamente.

Los datos del INDEC indican que las exportaciones de biodiesel hasta agosto alcanzaron a 913.000 toneladas, con un ingreso de u$s1.363 millones, arrojando un promedio de embarques mensuales de 114.000 toneladas por un valor de u$s1.492 por unidad de peso. Estos datos se pueden relacionar con 2018 en términos de toneladas mensuales, ya que ese año se registraron 116.000 promedio, mientras que el precio actual es el máximo en al menos 10 años.

“En caso de mantenerse, el ritmo exportador anual podría cerrarse el 2022 con exportaciones totales de biodiesel de 1,37 millones de toneladas, apenas por debajo del 2018, aunque el ingreso de divisas llegaría a superar los u$s2.000 millones, un máximo en al menos una década”, afirmó la bolsa rosarina.

Evonik, que mundialmente es conocida por patrocinar al equipo alemán de fútbol Borussia Dortmund, posee en el país una planta productora del catalizador en la localidad santafesina de Puerto General San Martín, que opera desde el 2013. En la región también posee fábricas de biocombustibles en Brasil y Colombia, pero opera en más de 100 países. En 2021 registró ventas por 15.000 millones de euros y una ganancia operativa (margen EBITDA ajustado) de 2.380 millones de euros.

Al evento asistieron más de 150 personas entre funcionarios públicos, empresarios, cámaras empresariales, bolsas de comercio, petroleras y especialistas en bioenergía, entre otros. Uno de los paneles más interesantes fue el que integraron Siegfried Falk (co-editor de OilWorld), Ernest Carter (analista de biocombustibles del USDA) y James Fry (chairman de LMC International), quienes expusieron sobre las tendencias globales de la oferta y demanda en aceites y grasas y los efectos en Argentina.

Los expertos remarcaron la necesidad de tener un mercado dinámico y abierto y subrayaron las enormes oportunidades que se abren con combustibles sostenibles para aviación (SAF). También abogaron por la necesidad de realizar un análisis riguroso de todas las fuentes de materias primas, y en particular, sobre la oferta de UCO (Used Cooking Oil). También mencionaron un cronograma de obligaciones de uso de biocombustibles que sea progresivo, dinámico y diverso. Allí plantearon la posibilidad de subir al 20% el corte.

Erasmo Battistella, CEO y Presidente de la firma Indústria e Comércio de Biodiesel Sul Brasil (BSBIOS), disertó sobre actualidad y perspectivas del mercado brasileño y regional. Compartió su visión del negocio del biodiésel y su convencimiento de que la competencia es “buena y saludable”, y que para eso se necesita un “mercado abierto”. Asimismo, manifestó que “no alcanza solamente con el empuje empresario, sino que también tiene que haber acompañamiento de las políticas públicas”. Pero además, elevó la apuesta proponiendo un mercado regional de biodiésel para ganar competitividad frente al mundo. Entre los asistentes mencionaron algo equivalente a la OPEP o lo que se intenta hacer con el triángulo del litio.

El ingeniero Ignacio Leone, director de Desarrollo de Negocios y Sostenibilidad de la empresa Explora, disertó sobre los mitos y verdades del almacenaje y la manipulación del biodiesel y resaltó que “si se siguen las recomendaciones técnicas, las buenas prácticas de manejo el biodiésel no presenta diferencias con los combustibles minerales”. Leone destacó la funcionalidad de tener un contenido de biodiésel del 20% o más en el gasoil y mostró ensayos representativos, experiencias, aptitudes y perspectivas. Por ejemplo, citó a Alaska, donde se utiliza el biocombustible con temperaturas de -20ºC.

En el país actualmente operan más de 30 plantas de biodiesel distribuidas en distintas provincias, de las cuales unas 16 están radicadas en la provincia de Santa Fe, que aglutina el 82% de la capacidad instalada. En Córdoba, la principal productora de soja del país, si bien no hay fábricas de biocombustibles, poseen más de 102 plantas industriales de aceite de soja, con más de 480.000 toneladas producidas al año. Argentina es el séptimo productor mundial de biodiesel e impacta en el 5% de la producción global, y exporta el 50% de lo que produce.

Santiago Paz Brühl, consultor con más de 30 años en el sector sucroalcoholero, mostró datos sobre los biocombustibles en el contexto de las emisiones de GEI y otras alternativas de sostenibilidad. Según su análisis, para 2030 la producción nacional de biodiesel podría pasar de 5 millones de m3 a 9 millones, lo que alcanzaría con nuevas plantas a abastecer el 45% de la demanda total local de gasoil. Brühl resaltó que la infraestructura necesaria para la electromovilidad todavía no existe y que Argentina debería “focalizarse en biodiésel y bioetanol como fuente inmediata, natural y necesaria para la diversificación de la matriz energética”.

Para el cierre del congreso, se armó una mesa redonda moderada por Jorgelina Traut sobre actualidad y perspectivas de las políticas públicas en materia de energías renovables en Argentina, con foco en el desarrollo de los biocombustibles en general, y del biodiésel en particular.

Sergio Mansur, secretario de Biocombustibles y Energías Renovables de Córdoba, planteó que los tres desafíos por delante son la seguridad y soberanía energética, alimentaria e hídrica. “Los tres enormes desafíos encuentran un punto de convergencia en el desarrollo dela bioeconomía”, enfatizó, y remarcó que una iniciativa es migrar los modelos de refinarías basados en fósiles a refinerías de productos biológicos. Mansur también desmitificó la puja entre biocombustibles y alimentos. “La parte seca de la producción del biodiesel, que es el 80% del grano de soja, va directamente a la creación de proteína animal y derivados alimentarios, y no compite con el biocombustible. Es más, el aceite hay que extraerlo para que el grano sea comestible”, recalcó.

El funcionario también propuso lanzar una nueva ley de biocombustibles que incorpore motorización flex y la híbrida flex, y que se desarrolle un corredor de movilidad sostenible entre Córdoba y Santa Fe con provisión de cargadores de energía renovables y bocas de expendio de biodiesel, biogás y bioetanol. En ese marco adelantó que pronto se inaugurará en Córdoba la primera estación de servicio con cuatro cortes diferentes disponibles, en principio para flota de vehículos públicos. «Va a ser el primer eslabón del corredor verdes entre las dos provincias”, remarcó Masur.

Dionisio Fernando Scarpin, senador de Juntos por el Cambio por Santa Fe, pidió insistir en una nueva normativa para el sector y recomendó no confrontar con la industria petrolera. “Lo que tenemos que hacer es agrandar la torta, no pelearnos entre nosotros”, dijo, y aseguró que si el país hubiese tenido políticas públicas de largo plazo el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania no hubiera generado una crisis del gasoil como la que se atravesó este año. “Tenemos que pensar cómo en Argentina podemos consumir una energía más limpia y podamos exportar y generar ingresos. En los últimos años tuvimos que depender del mundo para aprovisionarnos de distintos combustibles y nos ha sacado muchos recursos, que sufrimos ahora por la falta de dólares, y eso es por la falta de una política que trascienda los gobiernos”, advirtió Scarpin.

Marcelo Lewandowski, senador por Santa Fe del bloque de Frente Nacional y Popular, planteó la necesidad de institucionalizar la demanda y la producción, fomentar una demanda sostenida y con previsibilidad, crear un mecanismo anticíclico para afrontar las subas y bajas del precio en el mercado internacional y diversificar la matriz energética atendiendo el medio ambiente. “Tenemos todo, el agua, alimentos, energía, podemos autoabastecernos en todos los aspectos, hay que poner las ganas y una idea política de consenso entre todas las partes, para poder llevarlos a adelante”, afirmó.

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