IMPSA pone a punto un reactor para que la destilería de YPF produzca combustible exportable
En la planta de la empresa en Godoy Cruz se terminan tres megahornos y el reactor más grande que haya hecho la firma en su historia. La máquina servirá para sacarle azufre al combustible que se produce en la destilería de Luján, de forma que cumpla con los requisitos del mercado europeo y se pueda exportar.
El enorme reactor de hidrodesulfuzación que por estos días ocupa varias de las naves de la empresa IMPSA de Godoy Cruz será clave para la producción y exportación de combustible que YPF pretende hacer el próximo año.
Es que esa enorme máquina, en la que trabajan más de 40 empleados forjando tambores -que cuando se ensamblen terminarán pesando unas 415 toneladas-, le permitirá a la empresa sacar el azufre del petróleo que extrae en la destilería de Luján. Así, podrá cumplir con los requisitos de combustible amigable con el medio ambiente que ya exige el mercado europeo y eso le abriría varias puertas para poder exportar.
En línea con exigencias ambientales
Hace poco más de un año, el ex director de YPF -hoy senador provincial- Martín Kerchner, contaba que la firma de bandera nacional había previsto una inversión de 585 millones en 4 años (de los cuales 219 millones se invertirían en este 2023) con el claro objetivo de adecuar el combustible que se produce en la destilería de Luján a las normas mundiales de reducción de azufre. De esa manera podrá producir combustible «Euro 5».
«En el 2030 no habrá mercados para quien no producza ese combustible bajo en azufre. No hacerlo significaría que Argentina se quedase fuera de esos mercados y pese a tener petróleo, debería importar combustible por no cumplir con las exigencias mundiales», advertía el ex integrante mendocino del directorio de YPF.
Justamente para cumplir esa meta, la firma contrató a IMPSA la construcción de 2 hornos de proceso que antes se compraban a Corea, la remodelación de otro horno que ya había hecho esa empresa metalmecánica con antelación y la construcción del enorme reactor que sirva para extraer el azufre. Esa maquinaria es hasta ahora la más grande que ha fabricado IMPSA en su largo historial en la metalmecánica.
En este último reactor trabajan desde febrero pasado, y presumiblemente durante un año, unos 40 empleados de IMPSA entre soldadores, estructuralistas, inspectores de calidad: «Se requiere de soldadores de muchísima experiencia en soldaduras de temperatura, porque se suelda a casi 300 grados de temperatura«, apuntan desde la empresa.
Ese proyecto que se denomina YPF Next, supone que ese combustible tenga la condición denominada 10ppm, lo que se traduce en que tenga menos de 10 partes de azufre por millón.
Ensamblar y construir este reactor supone un año de trabajo de 40 personas
Para poder construir el enorme reactor, que podrá estar finalizado en unos 7 y 8 meses, IMPSA debió importar material forjado en 10 piezas que compró a una empresa de Italia, ya que en el país no se produce ese material de calidad nuclear.
«Este reactor de hidrodesulfuración supone un año de trabajo en la manufactura. Tiene todo el material envolvente de acero al carbono y por dentro lleva inoxidable para evitar la corrosión. Terminado tendrá unos 33 metros de largo, unos 3 metros y medio de diámetro y terminará en 415 toneladas de peso. Es el más grande que hemos fabricado en IMPSA», apuntan desde la metalmecánica de Godoy Cruz.
Ese reactor supone el ensamble de 10 virolas -abrazaderas de metal- en 5 tramos, más un cabezal que completa la enorme pieza.
Pero no es el único proyecto que tiene la empresa para la provincia. También se estudian dos proyectos más de producción de energía, que están en estudios de prefactibilidad.
Cabe recordar que Mendoza, al tener el 21,2% de las acciones tras haber capitalizado con fondos locales el salvataje a Pescarmona, pone a uno solo de los representantes en esa mesa directiva de la compañía. Desde fines de abril, ese integrante es el joven ingeniero Mario Croce (36), que llegó para reemplazar a Pablo Magistochi, el titular de la empresa EMESA.
Energías limpias para San Juan y La Rioja
En las distintas naves de empresa que tiene sede en el carril Rodríguez Peña, también se desarrollan dos proyectos de energías limpias para las vecinas provincias de San Juan y La Rioja.
Para San Juan trabajan en equipos para que funcione en un futuro cercano el dique de la central hidroeléctrica El Tambolar, que se licitó en el 2019 y que permitirá incorporar 70 Megavatios (70 MW), al Sistema eléctrico sanjuanino y nacional. Tambolar es el eslabón continuador del complejo Hidroenérgetico Los Caracoles de 125 Megavatios (MW), Punta Negra, 65 Megavatios(MW), Quebrada de Ullum, 45 Megavatios(MW), Ullum, La Olla , 44 Megavatios(MW), todos actualmente en operación.
En La Rioja, puntualmente en la zona de Aimogasta, IMPSA construirá el Parque Eólico Arauco SAPEM con el sistema «llave en mano” y que terminará siendo el primer parque solar fotovoltaico del país que generará de 64 MWp.
Como la energía que genera es totalmente limpia, evitaría la emisión de 1 millón de toneladas de dióxido de carbono durante 20 años.
Según los datos que apuntan desde la empresa, ese parque podrá abastecer de energía renovable y cubrir el consumo de electricidad de más 35.000 hogares de todo el país. Funcionará en un esquema híbrido con otros parques eólicos que opera la empresa.
Construir ese parque fotovoltaico demandará una inversión total de 49 millones de dólares y ese costo involucra que la firma se haga cargo de la provisión completa de la central generadora, incluyendo el diseño conceptual, la ingeniería, la construcción y la interconexión al Sistema Argentino de Interconexión Eléctrica (SADI).
Por Rosana Villegas
Diario UNO