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El cierre amenaza a los estacioneros sin espalda financiera

El presidente de Cámara de Expendedores del Alto Valle consideró que la única manera de subsistir en el sector es con acceso al crédito. «Estamos todos endeudados», dijo.

Las estaciones de servicio que no tienen espalda financiera para aguantar el impacto de la caída de la rentabilidad en el sector están amenazados con perder sus negocios. Palabras más o menos, ese es el panorama que describe el presidente de la Cámara de Expendedores del Alto Valle, Marcelo Pirri, en consonancia con lo que le planteó la Confederación del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA) al secretario de Comercio de la Nación, Matías Tombolini, en un encuentro concretado el martes.

Pirri remarca que los negocios del sector perdieron rentabilidad con la regulación de facto de los precios en los surtidores. Si bien el mercado está formalmente desregulado, por distintos mecanismo el gobierno nacional interviene en la formación de los precios. Uno de los últimos resortes estatales para contener la suba de las naftas y gasoil es la inclusión de estos productos en el programa Precios Justos, que controla la dependencia conducida por el economista massista.

Los dueños de las estaciones de servicio perciben una comisión por ventas de combustibles a precios que son determinados por las petroleras con refinerías. Es decir, las estaciones compran y venden a precios que no controlan y su la variación de sus ingresos con volúmenes constantes de expendio depende de la variación del precio al consumidor de los combustibles. El gobierno nacional acordó con las petroleras topes de incrementos de precios en un contexto de inflación descontrolada. Los combustibles tienen un impacto multiplicado sobre la inflación.

Pirri estimó que en general la venta de combustibles genera alrededor del 85% de los ingresos de los expendedores, con lo cual el efecto del resto de los rubros que conviven en las estaciones sobre la renta es menor. Admitió que hay casos puntuales en los que el aporte del resto de los negocios adheridos a las playas de recarga es superior, sobre todo en la estaciones de la ruta, pero que ese panorama no es representativo del sector.

El dirigente explicó que el precio promedio de los combustibles aumentó desde fines de 2019 un 293%, al mismo tiempo que la inflación fue del 428% y el incremento salarial acumulado llegó al 411%. Dijo que el salario inicial de un trabajador de playa es de 190 mil pesos y que la dotación mínima para funcionar que necesita una estación es de 20 empleados.

Los dueños de estaciones de servicio dicen que Precios Justos no alcanza

Los estacioneros protestan porque los precios regulados crecen muy por debajo de lo que lo hacen los costos. Y ese desfasaje lo deben cubrir con inyecciones financieras que no todos tienen a mano. Pirri reclamó que el gobierno garantice un incremento para los ingresos de los estacioneros emparentado con la inflación, del mismo modo que interviene para negociar topes a los aumentos con las petroleras. Consideró que era impostergable la incorporación de los expendedores a la discusión porque hasta ahora los funcionarios de Economía de la Nación habían centrado la negociación de los precios con el puñado de grandes petroleras que proveen al mercado minorista.

Pirri estimó un retraso de los precios de las naftas respecto a la inflación del orden del 40 por ciento. En el caso del gasoil el atraso es más corto porque los precios aumentaron más que los de las naftas. «Nosotros no estamos pidiendo que aumenten los precios, lo único que queremos es proteger nuestra rentabilidad», argumentó el dirigente valletano a favor del reclamo para que el sector minorista sea considerado en la negociación de Comercio de la cadena hidrocarburífera.


El escenario institucional

Los dirigentes de la confederación nacional de expendedores desplegaron sobre la mesa de Tombolini un paquete de temas con impacto en la rentabilidad de la venta de combustibles, que incluyó la incidencia negativa de la utilización de tarjetas de crédito, los costos salariales y la insuficiencia del programa Precios Justos, entre otros.

El funcionario de la cartera económica que encabeza Sergio Massa se mostró proclive a darle curso a los pedidos de los empresarios.

La situación de las estaciones de servicio argentinas fue planteada por la Cecha en la última reunión de la cámara que agrupa a los empresario del expendio de combustibles de Latinoamérica, Claec. En ese ámbito, los representantes de los empresarios nacionales remarcaron las diferencias en contra de la situación argentina con la del resto en cuanto al negocio minorista de naftas y gasoil.

La mañana en Neuquén

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