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Producción de biodiésel, el volumen más bajo en una década

En los primeros nueve meses del año fue de 1,1 millones de toneladas. Representa una caída del 30% respecto al mismo período de 2019.

Uno de los sectores en lo que más fuerte se sintió el golpe económico de la pandemia de coronavirus fue en el energético. Las restricciones a la circulación, el cierre de actividades y las dificultades en el comercio mundial impactaron en la demanda de los combustibles produciendo bajas en los precios, como así también en su comercialización. Y en ese caso, el biodiésel fue uno de los más perjudicados.

Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), entre enero y septiembre de este año Argentina se produjo 1.100.000 toneladas de biodiésel, “el volumen más bajo en una década”. Esta caída resulta aún más reveladora si se toma en cuenta los datos de producción de septiembre. La Secretaría de Energía informó que la merma interanual se ubicó en un 50% con 106.2014 toneladas, lo que resultó el volumen más bajo para un mes de septiembre desde el año 2008.

Al respecto, la entidad bursátil rosarina aseguró que si bien la producción de biodiésel en nuestro país “ha sido altamente volátil en Argentina, sujeta a cambios tanto en la política comercial doméstica (como ser en el corte obligatorio) como externa (especialmente alteraciones en el acceso a los mercados internacionales y competitividad respecto a los combustibles fósiles), resulta claro que este 2020 la crisis del mercado energético le imprimió un duro golpe al sector”.

“Las medidas de confinamiento que buscaron contener el avance de la pandemia de covid-19 significaban, en la práctica, que el movimiento de personas –y asimismo de muchas mercancías- se desplomase. Los stocks de petróleo se acumularon hasta llenar todo espacio disponible de almacenaje, y en el mes de abril se registró el hito del precio de referencia del petróleo crudo cayendo a terreno negativo”, explicó el informe. Ese mismo mes, la producción de biodiésel en Argentina fue de apenas 44.0793 toneladas, el volumen mensual más bajo desde enero de 2009.

Así, en el cuarto mes del año se produjo el quiebre de la tendencia alcista, en términos de producción, que se venía registrando, ya que entre enero y marzo la elaboración del biocombustible se ubicaba por encima de lo producido en 2019. Pero con la llegada de la cuarentena, los volúmenes fueron decreciendo hasta ubicarse medio millón de toneladas por detrás del acumulado a la misma altura del año pasado y por debajo también de los niveles mínimos de la última década.

Sin embargo, este no es el único problema que afronta la industria nacional, sumida hace varios meses en una crisis, sobre todo las firmas que se enfocan en el mercado interno. El precio también es un factor de preocupación.

Aseguran que la baja en la producción de biodiésel impactará en el consumo local de aceite de soja, al ser su principal componente


Aseguran que la baja en la producción de biodiésel impactará en el consumo local de aceite de soja, al ser su principal componente

Tras la última actualización de la Secretaría de Energía en octubre, suba que fue considerada como insuficiente por el sector tras un largo congelamiento, el precio de referencia establecido se ubicó en 48.533 pesos la tonelada. Si este valor se pasa a dólares, se está hablando de un precio en torno a los USD 600 la tonelada, más de USD 100 por debajo de lo que se pagaba en enero.

Esta baja escalonada choca contra el aumento sostenido desde mayo del aceite de soja, su materia prima, que hoy en el mercado doméstico se paga en torno a los USD 550 la tonelada. A partir de esto, la entidad remarcó que “se observa una erosión de la rentabilidad de la industria de biodiésel respecto a la evolución del precio del aceite de soja” al aseverar que la brecha de precios entre ambos se redujo un 50% en lo que va del año.

Proyecciones para el cierre del año

En base a estos números, la Bolsa de Rosario proyectó para el presente año una caída en la producción de biodiésel del 30% respecto a 2019 y de un 35% en relación al promedio de los últimos cinco años al alcanzar las 1,56 millones de toneladas. Esto significa una merma productiva de 610.000 toneladas en el cotejo con 2019.

Desde el lado de la demanda, se espera que 2020 cierre con una baja del consumo doméstico del 30% y del 26% en las exportaciones. Esto representa que la absorción nacional del biocombustible pasará de 1,14 millones de toneladas en 2019 a 800.000 toneladas en el presente año, mientras que los embarques caerán de 1,015 millones de toneladas a 750.000.

Esta baja impacta también en el consumo local de aceite de soja, al ser su principal componente. Según informa la Secretaría de Energía, entre enero y septiembre la industria de energía renovable absorbió 1,04 millones de toneladas de aceite de soja, un 30% por detrás del año anterior y un 36% debajo del promedio de los últimos cinco años.

Con estos números, se proyecta que el consumo interno se ubicará en 2,06 millones de toneladas, un 22% menor a lo absorbido en 2019. Sin embargo, la contracara a esto es un aumento en las exportaciones, que según la BCR se ubicará en 5,45 millones de toneladas, unas 60.000 toneladas más que el año pasado.

Infobae

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