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Liberan el cepo cambiario para empresas petroleras que inviertan en el Plan Gas

Las compañías podrán repatriar utilidades y rentas generadas a partir del segundo año de realizada la inversión, y cancelar vencimientos de deuda en divisas con una vida promedio de al menos dos años

El Directorio del Banco Central aprobó este jueves la flexibilización del acceso al mercado de cambios para las empresas que participen del Plan Gas 2020-2024, el recién lanzado programa que subsidia la producción local de ese hidrocarburo. Así, se levanta parte del cepo para las petroleras que inviertan en ese marco, que podrán repatriar las inversiones y las rentas que generen, y cancelar vencimientos de deuda en divisas, aunque bajo determinadas condiciones.

El Plan de Promoción de la Producción del Gas Natural 2020-2024 se oficializó este lunes mediante el decreto 892 que firmó el presidente Alberto Fernández. La iniciativa establece un precio garantizado por el Estado de USD3,70 por millón de BTU de forma tal que, si la cotización de mercado fijada por subastas resulta inferior, la diferencia se cubre con subsidios. El plan busca revertir el retroceso de la producción de gas estimado en 12% interanual y evitar la importación en los meses de invierno.

Además de los subsidios, el incentivo oficial para las firmas del sector incluyó un salvoconducto para que puedan atravesar el cepo cambiario y sacar del país las divisas que ingresen para inversiones a partir del 16 de noviembre.

La flexibilización del cepo era un reclamo de los empresarios del sector. Este mismo jueves Marcos Bulgheroni, ejecutivo de PAE, la mayor petrolera privada del país, lo reclamó en un evento del Council of Americas.

Requisitos

El decreto delegó en el BCRA la definición de las condiciones para que puedan acceder al mercado oficial las empresas que participan del plan, que finalmente las aprobó en su reunión de directorio.

Según lo dispuesto, los bancos podrán dar acceso al mercado de cambios para girar divisas al exterior en concepto de utilidades y dividendos a accionistas no residentes a partir de cumplirse el segundo año de la inversión y cuando correspondan a balances cerrados y auditados, y por un monto que no supere el que les corresponda según la distribución determinada por la asamblea de accionistas.

«Para la cancelación del vencimiento de servicios de capital e intereses de endeudamientos con el exterior, se exigirá que el endeudamiento tenga una vida promedio no inferior a los dos años», señaló la entidad que preside Miguel Pesce en un comunicado.

También se permitirá la repatriación de inversiones directas de no residentes a partir del segundo año hasta el monto de los aportes de inversión directa liquidados en el mercado de cambios al momento de ingresarlos.

En tanto que en el caso de reducción de capital o devolución de aportes irrevocables realizadas por empresas locales, estas podrán dolarizarse «cuando se cuente con la documentación que demuestre que se han cumplimentado los mecanismos legales previstos y haya verificado que se encuentra declarada, en caso de corresponder, en la última presentación vencida del Relevamiento de activos y pasivos externos».

En todos los casos, las entidades financieras deberán contar con la documentación que le permita constatar el carácter genuino de la operación a cursar y que los fondos fueron destinados a financiar proyectos comprendidos en el Plan Gas.

Apuesta por el sector

Esta medida forma parte de la apuesta del Gobierno por convertir a la producción no convencional de Vaca Muerta y a la actividad hidrocarburífera en general en una usina de divisas para el país a través de la exportación. El primer paso planteado es intentar garantizar, con el Plan Gas, el abastecimiento del mercado interno para evitar la salida de dólares por importación.

Además, la Secretaría de Energía se prepara para enviar al Congreso el preanunciado -y pospuesto por la pandemia- proyecto de una nueva Ley de Hidrocarburos. La intención oficial es incrementar la producción de petróleo y de valor agregado.

Las medidas destinadas a asistir a las empresas petroleras también incluyeron la implementación del llamado «barril criollo«, un precio interno sostén de USD45 para el momento en que el desplome mundial de la demanda producto de la coronacrisis llevó la cotización del crudo a su piso histórico cercano a cero.

Por último, el proyecto de aporte extraordinario de las grandes fortunas, que recibió media sanción en Diputados, prevé que un 25% de lo recaudado vaya a programas de exploración, desarrollo y producción de gas natural administrados por las estatales Ieasa e YPF.

Por Juan Strasnoy Peyre
BAE Negocios

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